México es el segundo país de la OCDE con el mayor porcentaje de gasto de bolsillo en salud. El gasto
de bolsillo en enfermedades crónicas puede condicionar a una familia a caer en pobreza. Mientras
que el gasto de bolsillo de los mexicanos es uno de los más altos en el mundo, el presupuesto de la
Secretaría de Salud ha decrecido más del 20% en términos reales durante el sexenio.
Si una familia promedio tuviera que pagar el total del
tratamiento de diabetes, tendría que endeudarse y/o
vender su patrimonio.
Cobertura insuficiente. Más de 16 millones de
mexicanos carecen de algún tipo de protección
financiera en salud. Desabasto de medicamentos. Solo
el 61% de las personas con diabetes, hipertensión y
dislipidemia que acudieron a los servicios estatales de
salud (Sesa) salieron con todos los medicamentos.