SÍNDROME DE LA MUJER MALTRATADA
Walker, 1979, 1984
La Dra. Walker basada en la teoría de
la Indefensión Aprendida de Seligman
desarrolla este concepto que explica
como la mujer que ha experimentado
la violencia queda incapacitada para
controlar su voluntad a través del
tiempo desarrollando así la condición
de “CONDICION DE IMPOTENCIA
APRENDIDA”.
El maltrato repetitivo disminuye en la
mujer su capacidad para responder, y
se convierte en subordinada. - Su
personalidad pasa a ser pasiva.
Su habilidad cognoscitiva para percibir el
éxito cambia. - Cree que su respuesta
(inmovilizarse ante el ataque) le traerá
resultados favorables. - La mujer
maltratada no creerá que nada de lo que
ella haga alterará el futuro o su destino.
Las mujeres afectadas por la violencia son incapaces de
ayudarse a si mismas, se sienten desamparadas, e
incapaces de lograr sus metas vitales, pasando a un
estado de ausencia de motivación como resultado del
desgaste psicológico que provoca la continúa exposición
a un proceso sistemático de violencia; la
víctima aprende a creer que está indefensa, que no
tiene ningún control sobre la situación en la que se
encuentra y que cualquier cosa que haga es inútil”.
La “impotencia aprendida” es la
responsable de la deficiencia
cognoscitiva emocional y conductual
que se observa en la mujer maltratada,
es lo que le afecta negativamente y le
retiene en la relación abusiva.
SÍNDROME DE ESTOCOLMO
Andrés Montero(1999)
Este Síndrome recibe su nombre por un hecho
acontecido en Estocolmo (Suecia), concretamente en
el banco Kreditbanken, en Norrmalms. donde las
víctimas de un secuestro (3 mujeres y un hombre),
defendieron a sus captores incluso una vez
finalizado el secuestro, que duró 6 días; es más, a
este “fenómeno” insólito, se le añade que una de las
mujeres secuestradas, acabó comprometiéndose con
uno de sus captores.
Es un estado psicológico donde la victima de
un robo o secuestro muestra empatía por sus
captores, estableciéndose un vinculo
emocional entre victima y agresor. La
principal causa de este síndrome es que los
rehenes tratan de protegerse en un contexto
de situaciones que le resultan incontrolables,
por lo que tratan de cumplir los deseos de
sus captores.
Seria entonces una suerte de mecanismo de
defensa inconsciente del secuestrado, que no
puede responder la agresión de los
secuestradores y que se defiende también de
la posibilidad de sufrir un shock emocional.
SÍNDROME DE ADAPTACIÓN PARADÓJICA
Montero (A. Montero, 2001)
El Síndrome de Adaptación
Paradójica, es una aplicación del
llamado Síndrome de Estocolmo al
ámbito de la violencia doméstica, la
mujer crea un vínculo afectivo con
su agresor que le impide
abandonarlo o denunciarlo.
Montero sostiene: “Entre los elementos que
mantienen a la mujer en silencio sobre el maltrato
que está sufriendo se encuentran diversos procesos
paralizantes generados y mantenidos por el miedo,
la percepción por la víctima de una ausencia de vías
de salida de la situación de tortura, y la carencia de
recursos alternativos”.
Considera que el síndrome es un
“Mecanismo activo de
adaptación habilitado para
amortiguar y/o evitar la
incidencia masiva de estresores
amenazantes”.
FASES
1. DESENCADENANTE
Comienza con la primera
agresión física. La relación
sentimental deja de ser un
espacio seguro y de confianza.
CONSECUENCIA: Ansiedad, accesos
ocasionales de ira, estado permanente
de alerta, provocado por el miedo a
que se repita el incidente. La mujer
sufrirá depresión, ante su incapacidad
de cambiar el contexto, el sentimiento
de pérdida y la acumulación de
emociones negativas.
2. REORIENTACIÓN
La sensación de inseguridad en un lugar
que se supone fuente de confort y
seguridad (el hogar), unida a la sensación
permanente de miedo y de incertidumbre
ante el hecho de que la amenaza
provenga de alguien que ella eligió para
compartir su vida, provoca
desorientación e incertidumbre en la
víctima.
CONSECUENCIAS: Deterioro de su
autoestima y en su propia
identidad. Deterioro psicofísico de
la víctima; estado crónico de
ansiedad y estrés, intensos
sentimientos de culpa y vergüenza
3. AFRONTAMIENTO
La víctima trata de afrontar la situación, lo que
dependerá de cómo perciba sus propios
recursos, del apoyo social disponible y de su
estado psicofisiológico en general. Al
producirse las agresiones sin ningún orden
prefijado, la víctima no puede desarrollar
estrategias de control, aumentando la
sensación de incertidumbre y confusión.
CONSECUENCIAS: Estrés crónico,
aumento del estado depresivo, de los
sentimientos de culpa y vergüenza,
embotamiento emocional y aumento
de las conductas de pasividad e
indefensión.
4.
ADAPTACIÓN
Ante la incapacidad de hacer uso de sus propios recursos o
solicitar ayuda al exterior aprende que la situación hostil
seguirá haga lo que haga (indefensión aprendida), lo que la
llevará a adaptarse a la situación desarrollando un vínculo
paradójico con el maltratador, mediante un proceso de
identificación traumática, a través del cual sólo aceptará sus
aspectos positivos (arrepentimiento, excusas, promesas,
etc.), desechando los negativos y desplazando la culpa hacia
elementos externos al maltratador.
CONSECUENCIAS: A partir de este
momento, toda la información y que
lleguen a la mujer pasarán por el filtro
del nuevo modelo mental que ha
asumido (Montero, 2001), lo que
dificultará que ponga fin a su situación.