El índice de flujo de sangre
hacia un órgano se relaciona
con la resistencia al flujo en las
arterias de pequeño calibre y
las arteriolas.
La vasodilatación
disminuye la resistencia y
aumenta el flujo,
mientras que la
vasoconstricción
incrementa la resistencia
y disminuye el flujo.
Estos cambios ocurren
en respuesta a diversos
mecanismos
reguladores.
La cantidad de sangre que
bombea el corazón por minuto
es igual al índice de retorno
venoso y, así, es igual al índice de
flujo sanguíneo por toda la
circulación.
El gasto cardiaco es de
alrededor de 5 a 6 L por
minuto, dependiendo del
tamaño del cuerpo y otros
factores.
Este gasto cardiaco total se
distribuye de manera desigual
hacia los diferentes órganos
debido a resistencias desiguales
al flujo de sangre por los
órganos.
DISTRIBUCIÓN DEL GASTO CARDIACO
LEYES FÍSICAS QUE
DESCRIBEN EL
FLUJO SANGUÍNEO
El flujo de sangre por
el sistema vascular, al
igual que el flujo de
cualquier líquido por
un tubo, depende en
parte de la diferencia
de presión en los dos
extremos del tubo.
Si la presión en
ambos extremos
es la misma, no
habrá flujo.
Si la presión en un
extremo es mayor que
en el otro, fluirá sangre
desde la región de
presión más alta hacia
la de presión más baja.
El flujo sanguíneo es
directamente proporcional a
la diferencia de presión entre
los dos extremos del tubo
(∆P), pero es inversamente
proporcional a la resistencia
por fricción al flujo de sangre
por los vasos.
La proporcionalidad inversa se
expresa al mostrar uno de los
factores en el denominador de una
fracción, puesto que una fracción
disminuye cuando el denominador
aumenta: Flujo de sangre ∝ ∆P
Resistencia
El índice de flujo
sanguíneo es
proporcional a la
diferencia de presión (P1
− P2) entre los dos
extremos del tubo.
El término diferencia
de presión se abrevia
∆P, donde la letra
griega ∆ (delta)
significa “cambio en”.
La presión promedio, o
presión arterial media
(mean arterial pressure
[MAP]), es de alrededor de
100 mm Hg; la presión en
la aurícula derecha es de 0
mm Hg. Por ende, el
“frente de presión”, o
fuerza impulsora (∆P), es
de alrededor de 100 − 0 =
100 mm Hg
RESISTENCIA
La resistencia al flujo de sangre por
un vaso es directamente
proporcional a la longitud del vaso
y la viscosidad de la sangre (la
“espesura”, o la capacidad de las
moléculas para “deslizarse” una
sobre otra; por ejemplo, la miel es
bastante viscosa).
De importancia fisiológica
particular, la resistencia es
inversamente proporcional a la
cuarta potencia del radio del vaso:
Resistencia ∝ Lη r4 donde L =
longitud del vaso η = viscosidad de
la sangre r = radio del vaso
Por ejemplo, si un vaso tiene la
mitad del radio de otro, y si todos
los otros factores son iguales, el
vaso de menor calibre tendrá 16
veces (24) la resistencia del vaso de
mayor calibre. Como resultado, el
flujo de sangre a través del vaso de
mayor calibre será 16 veces mayor
que en el vaso de menor calibre
LEY DE POISEULL
Cuando se añaden constantes
físicas a esta relación, el índice
de flujo sanguíneo puede
calcularse de acuerdo con la ley
de Poiseuille:
Flujo sanguíneo = ∆Pr4 (π) ηL(8)
La longitud del vaso (L) y la viscosidad
de la sangre (la letra griega eta, que se
escribe η) no varían de manera
importante en situaciones fisiológicas
normales, aunque la viscosidad de la
sangre está aumentada en la
deshidratación grave y en la policitemia
(recuento alto de eritrocitos) que
ocurre como una adaptación a la vida a
altitudes elevadas.
Los principales reguladores fisiológicos
del flujo sanguíneo a través de un órgano
son la presión arterial media (P, que
impulsa el flujo) y la resistencia vascular
al flujo. A una presión arterial media
dada, la sangre puede desviarse desde un
órgano hacia otro mediante variaciones
del grado de vasoconstricción y
vasodilatación de arterias de pequeño
calibre y arteriolas (es decir, por
variaciones del radio del vaso, r).
La vasoconstricción en un órgano y
la vasodilatación en otro dan por
resultado desviación, o derivación,
de sangre hacia el segundo órgano.
Dado que las arteriolas son las
arterias de menor calibre y pueden
hacerse más estrechas por
vasoconstricción, proporcionan la
mayor resistencia al flujo de sangre.
El flujo de sangre hacia un órgano
está determinado por el grado de
vasoconstricción o vasodilatación de
sus arteriolas. El índice de flujo
sanguíneo hacia un órgano se puede
aumentar por dilatación de sus
arteriolas o disminuir por constricción
de éstas
RELACIONES ENTRE FLUJO SANGUINEO,
RADIO DEL VASO , Y RESISTENCIA.
La resistencia y el flujo
sanguíneo están divididos por
igual entre dos ramas de un
vaso.
La duplicación del radio de
una rama y la reducción a la
mitad del radio de la otra
produce incremento de 16
veces del flujo de sangre en
la primera, y disminución de
16 veces del flujo de sangre
en la segunda.
PRESIÓN SNGUINEA EN DIFERENTES
VASOS DE LA CIRCULACIÓN
SISTEMICA.
ARTERIOLAS
Las arteriolas son vasos sanguíneos
pequeños que forman parte del sistema
arterial y que actúan como
conductos-control a través de las cuales la
sangre de las arterias es llevada a los
capilares. Las arteriolas poseen paredes
fuertes de músculo liso, que permiten la
vasoconstricción (cierre) y vasodilatación
(apertura o relajación).
RESISTENCIA PERIFERICA TOTAL
La suma de todas las
resistencias vasculares
dentro de la circulación
sistémica se llama la
resistencia periférica total.
Las arterias que llevan sangre a
los órganos por lo general están
en paralelo más que en serie
entre sí. Es decir, la sangre
arterial pasa a través de un
grupo de vasos de resistencia
(arteriolas) antes de regresar al
corazón.
Dado que un órgano no está
“torrente abajo” de otro en
términos de su riego arterial,
los cambios de resistencia
dentro de un órgano afectan
de manera directa el flujo
sanguíneo sólo en ese órgano.
La vasodilatación de un órgano
grande podría disminuir de
manera importante la
resistencia periférica total y, por
este medio, aminorar la presión
arterial media.
EL FLUJO SANGUNEO SE PRODUCE POR UNA
DIFERENCIA DE PRESIÓN
El flujo de sangre en la circulación
sistémica finalmente depende de la
diferencia de presión (ΔP) entre la
presión media de alrededor de 100
mm Hg en el origen del flujo en la
aorta, y la presión al final del
circuito: 0 mm Hg en la vena cava,
donde se une a la aurícula derecha
(RA)