El replanteo consiste en trazar o marcar sobre el
terreno o sobre el elemento constructivo, todos los
elementos de la obra que se describen en el
proyecto de la obra y más específicamente en los
planos.
Para el replanteo es imprescindible disponer de las
herramientas y utensilios que se requieran y no
ahorrar en este sentido, pues no disponer de las
herramientas precisas puede provocar errores y
aumentar el costo final de la obra.
Es imprescindible examinar las herramientas
y utensilios antes de empezar un replanteo.
Comprobaremos su buen estado y que sus errores están dentro
de los límites tolerables
Tolerancia son los límites máximos y mínimos
de error que pueden ser admitidos según el
Proyecto, NBE, NTE, NORMAS UNE, EN, ISO, etc.
No podemos sobrepasar estos valores.
El replanteo se debe verificar dos veces, como
mínimo. Si el replanteo es muy importante o de él
dependen muchos factores, debemos repetirlo
incluso tres veces.
Un error de replanteo puede tener muchas
repercusiones. Entre otras, puede motivar cambios en
el proceso de la obra, con los consiguientes problemas
que esto trae consigo.
Previo a cualquier replanteo es
preciso estudiar y analizar el
Proyecto de la obra, para:
Conocer y familiarizarnos con el proyecto.
Comprobar si existen errores y
sus repercusiones.
Es imprescindible que antes de empezar la obra y el
replanteo del edificio, comprobemos el solar donde se
piensa construir.
Verificar que las medidas del solar coinciden
con las medidas del proyecto.
Controlar la alineación oficial de la
fachada y la profundidad edificable.
Antes de empezar el replanteo de una partida de obra, elemento de obra o
tajo de obra debemos estudiar las posibles repercusiones que puede
ocasionar cualquier cambio que introduzcamos o cualquier diferencia de
medidas respecto al proyecto.