Grupos de obreros y campesinos italianos
pensaron que era el momento de iniciar la
revolución comunista, terratenientes y
empresarios se asustaron y empezaron a
financiar al Partido Nacional Fascista.
El Partido Fascista se integró por fasci,
encargados de reprimir a los
trabajadores anarquistas, socialistas y
comunistas, sembrar el terror entre la
población con el fin de impedir la
propagación de sus planteamientos
sociales.
En 1922, los sindicatos
estallaron una huelga general
para protestar contra la
violencia fascista y su táctica
política.
Mussolini devolvió a la iglesia las tierras y
propiedades que le había confiscado el
gobierno, y aceptó al Vaticano como estado
soberano, reconoció la religión católica como
oficial, abolió el matrimonio civil y devolvió al
clero la posibilidad de formar a los profesores
de las escuelas primarias y secundarias.