Los seres vivos tenemos la capacidad
de responder a los estímulos externos
del ambiente y a los internos del
organismo, esto se conoce como
IRRITABILIDAD.
Cada organismo tiene respuestas diferentes dependiendo de su
grado de complejidad, por ejemplo: una bacteria modifica la
velocidad de su división celular, una planta modifica el
crecimiento de su tallo o raíz y los seres humanos se manifiestan
de diferentes formas: risas, enojos o contracciones musculares.
La irritabilidad está regulada
por el sistema nervioso, que
coordina las funciones
concientes e inconcientes del
organismo.
La irritabilidad se encarga de controlar las
funciones vitales, recoge la información
de los sentidos y mantiene la
comunicación neural que ocurre entre las
células que lo componen.
El sistema nervioso está formado
por: sistema nervioso central y el
sistema nervioso periférico.
Sistema nervioso central: se integra por encéfalo y médula
espinal. Se conecta con los receptores sensoriales ya que son
los que reciben la información de los medios externos y la
mandan a los músculos y a las glándulas.
Sistema nervioso periférico: está compuesto por los
nervios que sirven para enlazar el sistema nervioso
central con los tejidos del cuerpo y se dividen en
somático y autónomo.
Sistema nervioso
somático: es el que
recibe señales del
exerior por medio de
los órganos de los
sentidos, gusto, olfato,
vista, tacto, oído y los
órganos internos
Sistema nervioso autónomo:
controla las funciones
involuntarias como la
frecuencia cardiaca,
digestión, respiración y la
salivación entre otras.
El sistema nervioso
está conectado con
todo el organismo y
contribuye para su
funcionamiento, esto
hace que pueda
realizar la función
integradora de todas
las actividades de los
diferentes sistemas del
cuerpo.
Se entiende por sistema
reproductor al conjunto de
órganos responsables de la
reproducción de las
especies. En el caso de la
reproducción humana, se
requieren dos células
sexuales: una masculina y
otra femenina, es decir, un
espermatozoide y un óvulo.
Aparato reproductor femenino: Es el
responsable de la producción de los óvulos,
los órganos que lo componen están
diseñados para permitir la fecundación,
lograr la implantación, mantener la
gestación y finalizarla en el trabajo de
parto.
La progesterona y
estrógenos junto con
hormonas producidas
por la hipófisis regulan
el ciclo menstrual.
Este aparato está
formado por los órganos
genitales internos,
externos y las mamas.
Aparato reproductor
masculino: Produce los
espermatozoides. Para
lograrlo, los testículos
producen testosterona,
hormona que produce la
proliferación y maduración
de los espermatozoides.
El aparato reproductor masculino
está formado por: la uretra,
conductos deferentes, vesícula
seminal, glándulas de cowper,
próstata, conductos eyaculadores,
epididimio, testículos, escroto,
pene,uretra.
Vínculo entre ambos sistemas.
Los sistemas nervioso y endócrino actúan de manera conjunta en la función sexual. La función
del sistema endocrino es el de regular las glándulas que producen las hormonas sexuales, las
cuales se distribuyen a través del torrente sanguíneo en todo el cuerpo, manteniendo
comunicados a todos los componentes del aparato reproductor.
Ambos sistemas tienen una función
distinta, pero ambos presentan una cosa
en común, regulan el funcionamiento.
Las respuestas del organismo a las
hormonas están controladas y reguladas
por el cerebro. En este caso el sistema
nervioso actúa como un capitán de
barco, permitiendo que el organismo
actúe coordinadamente ante los
cambios tanto internos como externo.
Ambos sistemas se retroalimentan, es
decir, que uno depende del otro para
un funcionamiento correcto.
El sistema nervioso está conectado con todo el organismo y
contribuye para su funcionamiento, ésto hace que pueda realizar la
función integradora de todas las actividades de los diferentes
sistemas del cuerpo.
La reproducción humana emplea la
fecundación, su éxito depende de la acción
coordinada de las hormonas del sistema
nervioso y el sistema reproductor