El hombre es inevitablemente
libre. Vivimos en un mundo en el
que no estamos determinados.
Considera la existencia humana como
una paradoja, el hombre está suspendido
entre su propia finitud y la infinitud que
se le revela de alguna manera. de esta
paradoja se deriva la angustia.
Analiza lo que significa la existencia,
el “estar aquí”. somos arrojados a
este mundo con elementos y
circunstancias que no podemos
controlar, que son imponderables.
Tomar ciertas decisiones nos
obliga a renunciar a otras
actividades. Nos encontramos
con la angustia del devenir
Tomar decisiones importantes, hace
que nos dé miedo equivocarnos. “La
angustia es el vértigo de la libertad”.
Esta libertad, dice Kierkegaard,
hay que aceptarla. Y también que
la misma conlleva un peso, en el
sentido de la responsabilidad por
esa misma libertad.