Es el más frecuente y se presenta en más del 90% de los casos; es el dolor a la carga y al movimiento,
que se exacerba con los esfuerzos y en determinadas posturas, disminuye con la descarga y el
reposo. Este tipo de dolor lo originan todos los trastornos estructurales del raquis lumbar
Dolor irradiado
Localizado en el miembro inferior, de inicio habitualmente agudo y que suele ir precedido de
lumbalgias recidivantes. Aumenta con los movimientos del raquis y con las maniobras que provocan
incremento de la presión intratecal, tales como la tos, la defecación, la risa o el hablar en voz alta.
Dolor no mecánico
Se caracteriza por su aparición diurna y nocturna, suele ser persistente, muy molesto y se incrementa a
lo largo de la noche llegando a despertar al paciente e impidiéndole dormir
Dolor miofascial lumbar
Dolor lumbar de comienzo gradual después de sentarse o acostarse. Se agrava por el frío y mejora con
el calor y el movimiento, está asociado a menudo con rigidez y limitación de los movimientos del raquis