En lógica, una
deducción es un
argumento donde la
conclusión se infiere
necesariamente de las
premisas.
En su definición formal, una
deducción es una secuencia
finita de fórmulas, de las
cuales la última es designada
como la conclusión (la
conclusión de la deducción), y
todas las fórmulas en la
secuencia son, o bien axiomas,
o bien premisas
Cuando la abducción sugiere
una teoría, empleamos la
deducción para deducir a
partir de esa teoría ideal una
promiscua variedad de
consecuencias a tal efecto que
si realizamos ciertos actos, nos
encontraremos a nosotros
mismos enfrentados con
ciertas experiencias.
Razonamiento
Inductivo
El propósito de la lógica
inductiva es el estudio de
las pruebas que permiten
medir la probabilidad de
los argumentos, así como
de las reglas para
construir argumentos
inductivos fuertes. A
diferencia del
razonamiento deductivo,
En el razonamiento
inductivo no existe
acuerdo sobre
cuándo considerar
un argumento
como válido.
De este modo, se hace uso
de la noción de "fuerza
inductiva", que hace
referencia al grado de
probabilidad de que una
conclusión sea verdadera
cuando sus premisas son
verdaderas.
Un argumento
inductivo es fuerte
cuando es altamente
improbable que su
conclusión sea falsa si
las premisas son
verdaderas.
Razonamiento
abductivo
La abducción es un tipo de razonamiento
descrito por primera ver por Aristóteles.
Tal razonamiento opera con una especie
de silogismo en donde la premisa mayor
es considerada cierta mientras que la
premisa menor es solo probable, por este
motivo la conclusión a la que se puede
llegar tiene el mismo grado de
probabilidad que la premisa menor.
En abducción, se empieza
por una conclusión y se
procede a derivar las
condiciones que podrían
hacer a esta conclusión
válida.
Es un método de
razonamiento comúnmente
utilizado para generar
explicaciones. A diferencia de
la inducción, la abducción no
garantiza que se puedan
lograr conclusiones
verdaderas, por lo tanto no
es un método sólido de
inferencia.