Lenguaje: Código socialmente compartido, o un sistema convencional,
que sirve para representar conceptos mediante la utilización de
símbolos arbitrarios y de combinaciones de éstos, qué están regidos por
reglas. Dicho de otra forma el lenguaje sería la capacidad que tienen las
personas para expresar su pensamiento y comunicarse por medio de un
sistema de signos.
Teoría de Watson
(conductual). Señalaba que
los procesos de pensamiento
podían concebirse en el
marco de manifestaciones
musculares, tanto las
vinculadas al ejercicio
abierto de la costumbre de
actuar, como, muy
especialmente, a los sistemas
involucrados en la
musculatura de la expresión
discursiva (hábitos de
pensamiento motor
relacionados con la laringe).
La teoría de Piaget (cognitivo). Resalta la
universalidad de la cognición y considera al
contexto relativamente poco importante y
escasamente influyente en los cambios
cualitativos de la cognición. El niño es visto
como constructor activo de su conocimiento y,
por lo tanto, del lenguaje. Piaget presentó una
teoría integrada del desarrollo cognitivo, que
era universal en su aplicabilidad y fue
caracterizada la estructura subyacente del
pensamiento. Su aproximación es
constructivista e interaccionista a la vez. Se
proponen 2 mecanismos constructores de las
estructuras cognitivas para tratar con
entornos cada vez más complejos: la
organización y la acomodación. Estos
principios son aplicables al estudio del
desarrollo del lenguaje; éste se centraría en
una expresión cada vez más clara y lógica del
pensamiento y en una progresiva
socialización, basada en la capacidad
progresiva del niño para comprender puntos
de vistas ajenos (de lenguaje egocéntrico a
social).
Teoría de Stern (lingüístico). Distingue tres raíces en el lenguaje:
la tendencia expresiva, la tendencia social a la comunicación y la
tendencia intencional. Las dos primeras no son rasgos
diferenciados del lenguaje humano, ambas aparecen en los
rudimentos del lenguaje animal. Pero la tercera está ausente por
completo del lenguaje de los animales, es un rasgo específico del
lenguaje humano. El principal error de esta teoría radica en
pretender la explicación a partir de lo mismo que necesita ser
explicado. De ahí su cualidad antigenética (los rasgos distintivos
de las formas avanzadas de desarrollo del lenguaje son relegadas
a su inicio por una tendencia intencional) y como resultado su
inconsistencia interna.
Teoría de Chomsky (lingüístico).
Propone la existencia de una "caja
negra" innata, un "dispositivo para la
adquisición del lenguaje" o LAD (por
sus siglas en inglés), capaz de recibir el
input lingüístico y, a partir de él,
derivar las reglas gramaticales
universales. Este input es muy
imperfecto; sin embargo, el niño es
capaz de generar de él una gramática
que genera oraciones bien
estructuradas y que determina cual es
la forma en que deben usarse y
comprenderse éstas. La naturaleza de
este LAD no es conocida, pero es
bastante aceptada la idea de que el
hombre tiene una tendencia innata
para aprender el lenguaje.
Teoría de Vigotsky (cognitivo). Es un teórico dialéctico que enfatiza
tanto los aspectos culturales del desarrollo como las influencias
históricas. Para Vigotsky la reciprocidad entre el individuo y la
sociedad, siendo definida esta tanto histórica como culturalmente,
es muy importante. El contexto de cambio y desarrollo es el
principal foco de atención, dado que ahí es donde podemos buscar
las influencias sociales que promueven el progreso cognitivo y
lingüístico. Para Vigotsky el habla es, fundamentalmente, un
producto social. El lenguaje precederá al pensamiento e influiría en
la naturaleza de éste: los niveles de funcionamiento intelectual
dependerían de un lenguaje más abstracto. Además, habla y acción
están íntimamente unidas: mientras más compleja es la conducta y
más indirecta la meta, más importante es el rol de la lengua.
Pensamiento: Se le considera como
una actividad mental no rutinaria que
requiere esfuerzo, capacidad de
anticipar las consecuencias de la
conducta sin realizarla.
Teoría de Skinner (conductual). El aprendizaje del
lenguaje se produciría por simples mecanismos
de condicionamiento. En un principio los niños
simplemente imitarían, para después asociar
determinadas palabras a situaciones, objetos o
acciones. El aprendizaje del vocabulario y de la
gramática se haría por condicionamiento
operante. La gente que se encuentra alrededor
del niño recompensará la vocalización de
enunciados correctos gramaticalmente, la
presencia de nuevas palabras en el vocabulario,
la formulación de preguntas y respuestas, etc. y
castigará con la desaprobación todas las formas
del lenguaje incorrecto, como enunciados
agramaticales, palabras obscenas. El problema de
esta teoría es que no explica la similitud en el
desarrollo del lenguaje de todos los niños, aun
presentando todos diferentes historias de
refuerzo en el ámbito de lo lingüístico.