La primera de las fases es la
negación, que se caracteriza porque
la persona no acepta la realidad (de
forma consciente o inconsciente).
Esto ocurre como mecanismo de
defensa y es perfectamente
normal. De esta manera, el
individuo reduce la ansiedad del
momento.
2. Conciencia de la perdida /
desorganización / ira
La tristeza puede llevar a una
persona sufrir ira y rabia y a
buscar culpables. Esta ira puede
manifestarse de diferentes
maneras, culpándose a uno
mismo o culpando a los demás,
y puede proyectarse contra
animales y objetos.
3. Conservación /
retraimiento/ depresión
El impacto de la pérdida de
alguien cercano puede
llevar a una persona a una
situación muy dolorosa,
que viene acompañada de
una enorme tristeza y
una crisis existencial, al
darse cuenta de que esa
persona desaparece de su
vida.
4. Cicatrización y
reacomodo / aceptación
Esta etapa sucede cuando se
ha aceptado esta situación
dolorosa y depende de los
recursos de cada uno el
aceptarla antes o después.
No es una etapa que
represente alegría, sino más
bien desapego emocional y
comprensión de lo que puede
haber sucedido.
Recuperación y sanación/
equilibrio emocional
En esta etapa
retomamos el control
sobre la vida. Es tiempo
de dejar partir e iniciar
nuevas relaciones.