La medicina y la farmacia se
enseñaban a los sacerdotes.
Grecia.
Aparece personal
especializado en el
área
Pharmacópolas: especializados
en preparación de
medicamentos.
Rizótomos:
recolectaban plantas
medicinales.
Asclépides: suministran
remedios en asclépiones de los
templos a los médicos.
En los Alipterion de los gimnasios los
medicamentos eran preparados y dispensados
por el Gimnasiarca.
Primera farmacia occidental.
Roma.
Médico y farmacéutico
seguía siendo lo mismo.
Galeno creía que los medicamentos
debían producir un efecto contrario al
síntoma de la enfermedad.
Al principio los farmaceutas eran llamados
"brujos, hechiceros, curanderos o
chamanes".
Edad Media.
Se mantuvo el culto a lo divino como
herramienta de curación con el
cristianismo.
La cultura y la medicina
se conservaba en los
monasterios y conventos.
En 1240 se separó la profesión
médica y la farmacéutica en la
Carta Magna de Federico II de
Alemania.
El Renacimiento.
Paracelso, implanta la yatroquimia, que
defiende los remedios químicos como
terapia.
Aparece la primera farmacopea
en 1498, el Recetario Florentino.
Aparecen eminentes boticarios como los
alemanes Ralla, Besler y Tabernaemontanus y el
belga Coudenberg.
El Barroco
Adquieren nuevos roles
investigadores,
Boticario Mayor del Rey
o Boticario Mayor del
Ejército.
Los boticarios eran hombres
de ciencia
La Ilustración.
Nace el Colegio de Farmacéuticos
de Madrid que publica
farmacopeas, imparte formación
y crea un laboratorio de química.
En España, Carlos III divide el
Protomedicato en tres Audiencias,
correspondientes a la medicina, la
cirugía y farmacia.
Siglo XIX.
Aparecen los primeros
medicamentos
industriales y surgen las
facultades de farmacia
independientes.
Siglo XX.
Se desarrollan los
medicamentos industriales y
aparecen nuevos conceptos en
el ejercicio de la profesión,
como la distribución, la sanidad
ambiental, entre otros.
Aparecen los sistemas sanitarios
como la Seguridad Social, y se
establece el sistema de cobertura
de oficinas de farmacia en todo el
territorio nacional.