Se denomina hipoacusia o sordera al defecto
funcional que ocurre cuando un sujeto pierde
capacidad auditiva, independientemente de la
intensidad.
Se define como toda disminución
de la agudeza auditiva, pero el
término es relativo, ya que el
concepto de normalidad puede
variar por factores como la edad,
ecológicos y otros.
Se puede considerar toda aquella
disminución de la agudeza auditiva que
sobrepase los 27 dB en las frecuencias
centrales del audiograma tonal.
CLASIFICACIONES
Clasificación topográfica
Existen diferentes tipos de hipoacusia, según el
lugar en el que asienta la lesión, basados en la
diferenciación anatómica y funcional del oído
Oído externo: encargado de recoger las
ondas sonoras y conducirlas hasta la
membrana timpánica.
Oído medio: encargado de amplificar las ondas sonoras y transmitirlas hacia el oído interno.
Oído interno: encargado de transformar el
estímulo sonoro recibido en impulsos
nerviosos, que serán transmitidos, por la vía
acústica, hasta la corteza cerebral.
Clasificación cuantitativa
Dependiendo de la intensidad de la pérdida de
audición. El Bureau International d’
Audiophonologie (www.biap.org) en su
recomendación 02/1, clasifica las deficiencias
auditivas, según la pérdida tonal media, en los
siguientes grupos:
Leve o ligera: 21 – 40 dB.
Moderada o mediana: 41 - 70 dB.
Severa: 71 - 90 dB.
Profunda: 91 - 119 dB (> 90 dB).
Deficiencia auditiva total – cofosis: >120 dB (no se percibe nada).
Clasificación evolutiva
Según la progresión en el tiempo,
las hipoacusias pueden ser:
Hipoacusias estables: son las que no modifican el
umbral de audición con el paso del tiempo.
Hipoacusias progresivas: aquellas en las que el déficit
auditivo va aumentando con mayor o menor rapidez,
pero inexorablemente, a lo largo de los años.
Es lo más frecuente en las hipoacusias
neurosensoriales.
Hipoacusias rápidamente progresivas: son las que
evolucionan con gran prontitud, profundizándose en el
plazo de algunas semanas o pocos meses.
Las hipoacusias autoinmunes
suelen seguir este patrón.
Hipoacusias bruscas: son procesos de variada etiopatogenia,
en los que la hipoacusia se instaura de forma brusca, en un
breve plazo de minutos u horas.
Hipoacusia fluctuante: determinados procesos
evolucionan con una audición cambiante. Esta
hipoacusia fluctuante aparece en distintas
alteraciones del oído y es característica del
hidrops cocleovestibular.
Clasificación cronológica
De acuerdo con el momento de aparición de la hipoacusia,
tomando como referencia el momento del parto:
Prenatales (congénitas): son aquellas hipoacusias que aparecen
antes del nacimiento. Pueden ser genéticas o adquiridas
Perinatales: son aquellas hipoacusias que aparecen durante el
parto o en las primeras horas del periodo neonatal.
Postnatales: son aquellas hipoacusias que
aparecen con posterioridad al nacimiento.
Teniendo en cuenta esta diferenciación, las
hipoacusias se pueden clasificar en los
siguientes grupos:
HIPOACUSIA DE CONDUCCIÓN O DE TRANSMISIÓN
Se deben a lesiones del aparato transmisor de la energía
sonora. Se producen por obstrucciones del conducto auditivo
externo (CAE) y por lesiones del oído medio, que ocasionan
alteración de la membrana timpánica, cadena de huesecillos o
ambas estructuras.
En general, se consideran potencialmente tratables o recuperables, con
tratamiento médico o quirúrgico.
Cualquier alteración en la transmisión sonora
puede generar este tipo de hipoacusia,
OIDO EXTERNO
Cuerpos extraños, tapones de cerumen, tumores,
estenosis inflamatorias agudas o cicatrizares.
DEBEN OCLUIR COMPLETAMENTE.
MEMBRANA TIMPÁNICA
Diferentes tipos de perforaciones, granulaciones,
pólipos, calcificaciones, cicatrices y retracciones;
Diagnóstico
Anamnesis
El primer aspecto que debe analizarse es la descripción de la
hipoacusia: momento de aparición, tiempo de evolución (años,
meses, horas...), modo de presentación (brusca, progresiva,
fluctuante), si es uni o bilateral, así como su intensidad subjetiva.
Una vez descrita la hipoacusia es importante
conocer su asociación con otros síntomas
otológicos, que en ocasiones pueden orientarnos
hacia una determinada enfermedad:
En el caso de las conductivas, si se ha padecido de
supuraciones u otorreas, vegetaciones adenoideas en
la infancia, traumatismos sobre el oído y antecedentes
familiares de hipoacusia, el tiempo de evolución
Otoscopía
La otoscopia sólo resulta negativa en aquellas afecciones situadas en
plena cadena osicular como es el caso de la discontinuidad de ésta,
además de la otoesclerosis u otoespongiosis.
Pruebas acumétricas con instrumentos
Prueba de Weber
Lateralizado al oido enfermo
Prueba de Rinne
Negativo
Prueba de Schwuabach
Prolongado
Se realiza colocando el
diapasón en el punto de
proyección del antro
mastoideo y pidiéndosele
al paciente que nos
señale cuando deje de
oírlo, en ese momento el
examinador se lo coloca
en su propio punto de
proyección y determina si
el paciente lo escucha
aún o no.
Conducta a seguir
En su gran mayoría resultan curables en dependencia de la
causa, por lo que la acción terapéutica puede ir desde un simple
lavado de oído, en caso de tapones de cera o cuerpos extraños,
hasta un proceder de extraordinaria precisión y complejidad
como es la cofocirugía de la otoesclerosis.
HIPOACUSIA DE PERCEPCIÓN O NEUROSENSORIAL
Ocurren por lesión en el órgano de Corti (hipoacusias
cocleares), alteración de las vías acústicas (hipoacusias
retrococleares) o por trastornos en la corteza cerebral
auditiva (hipoacusias corticales).
Como norma general, estas hipoacusias una vez establecidas tienen
escasas posibilidades de recuperación.
La mayoría de las hipoacusias podemos encontrarlas en estos grandes grupos:
Traumatismos
obstétricos
Perinatales
Ototóxicos
(especialmente
amino- glucósidos)
Infecciones del SNC
(virales o bacterianas
Adultos
Ototoxicidad (aminoglucósidos,salicilatos,furosemida,etc)
Infecciones víricas (parotiditis,Varicela-Zoster,V.I.H.,HSV)
Infecciones del SN. Traumatismos Genéticas de aparición
posnatales (cortipatia juvenil) Lesión auditiva inducida por
ruidos (trauma acústico) Secuelas de traumas
craneoencefálicos Intoxicaciones En adultos Vasculares
Inmunológicas Hipertensión endolonfática tipo Méniére
Ototóxicos medicamentosos Afecciones de la
microcirculación coclear por enfermedades sistémicas (
Diabetes, hipertensión arterial, arteriosclerosis)
Enfermedades desmielinizantes Tumores (neurinomas del
acústico) Presbiacusia
Acciones profilácticas
Evitar uso de aminoglucosidos y otros medicamentos ototóxicos
Consultas de consejo genético en aquellas parejas que deseen
tener hijos y se sospeche alguna carga genética,
Proteger a la población de riesgo frente a los ambientes ruidosos
Control adecuado de enfermedades metabólicas (diabetes), de la hipertensión arterial, la insuficiencia renal, entre
otras puede detener el avance rápido de la hipoacusia neurosensorial que suelen acompañarlas.
Diagnóstico
La mayoría de las veces podremos establecerlo con el
audiograma tonal y la logoaudiometría.
En muchos enfermos es importante
establecer el diagnóstico topográfico
de la hipoacusia,
Conducta a seguir
Las lesiones neurosensoriales son, en principio,
irreversibles, razón por la cual se ha insistido en la profilaxis
Existe actualmente la posibilidad de implantes cocleares para sordos muy profundos siempre que
exista integridad de la primera neurona de la vía coclear, también se experimenta en la aplicación de
electrodos en la corteza auditiva con fines de rehabilitación auditiva.
Los resultados de la rehabilitación auditiva son extremadamente variables, siempre en dependencia
de algunos factores
HIPOACUSIAS MIXTAS
Debidas a alteraciones simultáneas en la transmisión y
en la percepción del sonido en el mismo oído.