El discurso de la participación dispone que siendo los padres los principales
responsables e interesados en la educación de sus hijos nada les permitirá
realizar mejor su derecho a controlar este e incluir sobre ella que la
oportunidad de intervenir en la gestión de los centros docentes.
UNA MAYORIA SILENCIOSA Y MINORIA SOSPECHOSA.
La abstracción es un problema de todos los procesos
electorales y de todos los colectivos, sería difícil, encontrar
un caso similar al de los padres de los alumnos en las
elecciones a los consejos escolares
Las asociaciones de padres, a pesar de ofrecer sensibles ventajas económicas a
sus miembros en algunos aspectos, y de que hoja de inscripción suele entregarse
con la solicitud de matrícula, raramente logran abarcar a más de la mitad de los
padres.
Los pocos que participan no lo hacen como resultado de la presión ambiente de un clima general favorable
a su actividad en la asociación o el consejo, se deciden participar para arropar a sus hijos
La participación vendría a marcar la diferencia entre la instrucción y la formación, o entre la enseñanza y
la educación.
LA DIFÍCIL TAREA DE PARTICIPAR
La mayoría de asientos otorgada a los profesores en los consejos hace que los padres vean su propio
papel en ellos como algo de dudosa eficacia, al menos en lo relativo a la capacidad de decisión
Los padres son conscientes de algunas de sus limitaciones en particular su falta de conocimiento de la
organización escolar y las cuestiones pedagógicas.
El deseo de los padres se reduce normalmente a poder controlar el resultado del proceso, las
características del producto final, y si no les complace lo dicen.
LO EXTRAESCOLAR Y LO COMPLEMENTARIO
Bajo el epígrafe genérico de actividades extraescolares suelen incluirse una serie de actividades y servicios
de distinta naturaleza.
• Las actividades extramurales realizadas fuera de las paredes de la escuela pero integradas dentro
del currículum previsto asociadas a una asignatura.
su finalidad y relación con el curriculum deben realizarse bajo la dirección y/o control de los profesores
plantean el problema de la responsabilidad civil y criminal e estos por la suerte de los alumnos bajo su
custodia
• Las actividades extracurriculares organizadas por la escuela misma, no
forman parte de la enseñanza reglada. Iniciativa y bajo dirección y control de los
profesores o en su caso de otro personal de la escuela
• Las actividades extraescolares propiamente dichas, también extracurriculares que pueden ser
extramurales o no, promovidas por los padres, por entidades ciudadanas o por el consejo escolar.
El interés de los padres por las actividades extraescolares no puede considerarse como una muestra de
atención a lo marginal o secundario, sino como un producto por redondear la educación de sus hijos.
Se dividen en dos
• Actividades regulares a lo largo del curso encontramos psicomotricidad, expresión corporal, las
técnicas de estudio, diversos deportes y algunos talleres
• Actividades ocasionales son visitas, excursiones y viajes
Los servicios complementarios cuya finalidad no es propiamente formativa pero atiende a necesidades
planteadas por las condiciones materiales de la escolarización o derivadas de la función de custodia
asignada a la escuela.
LA CONTROVERTIDA FUNCIÓN DE CUSTODIA
Es la sociedad misma quien proporciona contextos y mecanismos alternativos y resultaría difícil
encontrar una institución mejor equipada para hacerlo; los adultos han hecho de la educación de los niños
y jóvenes su profesión
La función de los profesores es enseñar no cuidar de los alumnos
Las tutorías, que no son una actividad de custodia pero tienen en común con las correspondientes a esta
sobrepasar los parámetros habituales de la instrucción.
EL ALUMNADO, O EL CONVIDADO DE PIEDRA
Los alumnos no solo son un colectivo presente al que se le ha otorgado derechos, sino que se supone son
el centro de la institución y que la participación ha de tener también dimensión formativa
Si los profesores tienen competencias, es porque se presume que conocen las
necesidades de los alumnos
. Si los padres están presentes, es porque se parte de que los alumnos carecen de madurez suficiente
para defender por si mismos sus propios intereses
DELEGADOS, PERO ¿DE QUIÉN?
La figura del delegado del grupo, visibles para todos y única posibilidad de organización articulada del
conjunto de los estudiantes
Para los profesores el delegado es una mezcla de asistencia y esbirro del profesorado, antes que un
representante eficaz de los intereses de sus electores.
El delegado no solo ha de dirigirse al grupo con sus consejos, sino también individualizar y señalar a los
causantes del desorden.
Convertirse en delegado significa, saltar al otro lado de la barricada, abandonar al colectivo para alinearse
con la institución
tiene otras funciones como pueden ser acudir a las juntas de evaluación, ejercer de mediador entre sus
compañeros y el tutor o los profesores, etc.
UNA DEMOCRACIA BAJO TUTELA
Las posibilidades de participación de los alumnos están fuertemente limitadas por el hecho de que en ella
y al margen de ella están sometidos a la autoridad y el poder del profesorado.
Los alumnos no consideran que el contexto escolar, en especial la
actitud de los profesores sean especialmente favorables a la
realización de sus derechos.
El contexto del consejo escolar es algo más impersonal salvo en los centros de muy
reducida dimensiones, el alumno no tiene por qué topar allí con los profesores de su
grupo.
Los profesores pueden también tratar de influir demasiado directamente sobre el resultado de las
elecciones para delegados estudiantiles o para representantes en el consejo.
LA PRESENCIA PATERNA, DE APOYO A ESTORBO
• Los padres asisten a los centros escolares con la finalidad de observar el proceso de aprendizaje de
sus hijos
LA INEFICIENCIA DE PARTICIPAR
• Escasa participación por parte de los alumnos en los centros escolares
• El elegir delegados resulta una acción de nula utilidad ya que las opiniones de estos no son tomadas
en cuenta por los profesores
EL PESO DE LA EXPERIENCIA COTIDIANA
• Los estudiantes no hacen valer sus derechos
• La ley orgánica reconoce ciertas capacidades de los estudiantes
n su voto y su firma como un elemento imprescindible para la toma de acuerdos y decisiones dentro de
los consejos
existe una carta de los deberes y derechos de los alumnos la cual la intervención y aplicación de la misma
está apoyada por profesores y padres de familia ya que hace a los estudiantes, mantenerse en una
postura de madurez e independencia