La persona madura se conduce naturalmente de forma confiada, y la desconfianza surge cuando el
ambiente se ha hecho patológico o la personalidad se ha alterado psicológicamente.
El origen de la desconfianza.
La desconfianza presupone
cierto temor:
de aquello que no se
conoce y que por
consiguiente teme.
Cuando emerge el temor y la
desconfianza:
se puede hablar de inmadurez de la
personalidad, y esto puede incidir en el
futuro de la pareja, se teme perdida de
la salud persona, o del otro cónyuge,
posible ruina económica,
debilitamiento del amor mutuo
La antinomia entre amar y tener
al otro.
Confianza entre los cónyuges
es una consecuencia natural del
amor dentro del matrimonio, y
la desconfianza es lo que se
aproxima al temor, es decir el
amor aleja sí mismo al temor.
El miedo a la libertad comprometida.
LO QUE SE TEME
Por la inmadurez de la
persona,
es al compromiso, no
optan por la libertad sino
por la seguridad.
El riesgo que acompaña a toda
decisión libre y no les importa
sacrificar su libertad con tal de sentirse
seguros. Asumir un compromiso
supone asumir lo previsible o
imprevisible que como con secuencia
de tal compromiso pueda acontecer en
el futuro.