El hueso está profusamente irrigado. Los vasos sanguíneos,
abundantes sobre todo en las regiones del esqueleto que contienen
médula ósea roja, llegan a los huesos desde el periostio.
Las arterias periósticas, pequeñas arterias acompañadas de
nervios, ingresan a la diáfisis a través de múltiples canales
perforantes,(canales de Volkmann) e irrigan el periostio y la
parte externa del hueso compacto
arteria nutricia atraviesa un orificio de hueso
compacto denominado agujero nutricio. Al entrar a
la cavidad medular, la arteria nutricia se divide en
las ramas proximal y distal, que se dirigen hacia
cada extremo del hueso.
Las venas que transportan sangre desde los huesos largos
son visibles en tres regiones: 1) Una o dos venas nutricias
acompañan a la arteria nutricia y abandonan el hueso a nivel
de la diáfisis
2) numerosas venas epifisarias y venas metafisarias
acompañan sus respectivas arterias y abandonan el
hueso a nivel de las epífisis
numerosas venas periósticas pequeñas acompañan a sus
respectivas arterias y abandonan el hueso a través del
periostio.
Los huesos largos están irrigados por arterias periósticas, nutricias,
metafisarias y epifisarias; las arterias se acompañan de venas.
En el hueso, los vasos sanguíneos están acompañados por nervios; el
periostio contiene abundantes neuronas sensitivas.
Formación del hueso
El proceso mediante el cual se forma el hueso,
llamado osificación, se presenta en cuatro situaciones
principales:
2) el crecimiento de los huesos
durante la lactancia, la infancia y
la adolescencia, hasta alcanzar las
dimensiones adultas.
3) la remodelación ósea (reemplazo del hueso
precedente por nuevo tejido óseo, a lo largo de
toda la vida)
4) la consolidación de las fracturas (rotura
ósea), a lo largo de toda la vida
1) la formación de los huesos
embrionarios y fetales
proceso
. El hueso comienza a formarse en la sexta o séptima
semana del desarrollo embrionario. Los dos tipos de
osificación –intramembranosa y endocondral– suponen el
remplazo de tejido conectivo preexistente por hueso.
La osificación intramembranosa implica la formación de hueso directamente dentro del mesénquima
dispuesto en capas delgadas similares a membranas. La osificación endocondral supone la formación
de hueso dentro del cartílago hialino originado en el mesénquima
osificación de un hueso largo está en la diáfisis. El
cartílago se destruye y produce cavidades que se
fusionan para formar la cavidad medular. Los
osteoblastos depositan hueso.
se osifican las epífisis, en las que el cartílago es
remplazado por hueso, excepto a nivel de las placas
epifisarias (placas de crecimiento).
La placa epifisaria está formada por cuatro zonas: la zona de cartílago inactivo,
la zona de cartílago proliferativo, la zona de cartílago hipertrófico y la zona de
cartílago calcificado.
La diáfisis ósea se alarga a partir de la división de las
células de la placa epifisaria.
La remodelación ósea es un proceso continuo mediante el cual
los osteoclastos labran pequeños túneles en el tejido óseo
precedente, mientras que los osteoblastos lo reconstruyen
En el proceso de resorción ósea, los osteoclastos liberan
enzimas y ácidos que degradan las fibras colágenas y
disuelven las sales minerales.
El diámetro óseo aumenta a
partir del depósito de nuevo
tejido óseo por osteoblastos
periósticos que rodean la
superficie externa del hueso
(crecimiento por aposición).
Fracturas y consolidación ósea
Una fractura es la rotura de un hueso. Entre los
distintos tipos de fractura, figuran las fracturas
cerradas, las fracturas expuestas, las fracturas
conminuta, las fracturas en tallo verde, las
fracturas impactadas, las fracturas de Pott y las
fracturas de Pouteau-Colles.
tipos de fractura
Pott
Fractura del extremo distal (maléolo) del hueso
lateral de la pierna (peroné), acompañada de una
lesión grave de la articulación tibio-peronea distal.
Pouteau-Colles
Fractura del extremo distal del hueso
lateral del antebrazo (radio) en la que
el fragmento distal presenta un
desplazamiento dorsal.
Impactada
Uno de los cabos de la
fractura está encajado en el
interior del otro.
Expuesta
Los cabos óseos de la fractura protruyen a
través de la piel. Por el contrario, en las
fracturas cerradas la piel está indemne
Conminuta
En el sitio de la lesión, el hueso está
astillado, aplastado o roto en
múltiples partes, y entre dos los
fragmentos principales pueden
apreciarse trozos más pequeños.
Papel del hueso en la homeostasis del calcio
El hueso es el principal reservorio orgánico de calcio.
La hormona paratiroidea (PTH, por su sigla en
inglés), secretada por las glándulas paratiroides,
aumentan la calcemia (niveles circulantes de
calcio).
). La calcitonina (CT), secretada por la glándula tiroides, puede
disminuirla
La vitamina D favorece la absorción sanguínea gastrointestinal de calcio y
fosfato y, de este modo, aumenta sus niveles circulantes.
Actividad física y tejido óseo
La tensión mecánica aumenta la resistencia del
hueso mediante el aumento del depósito óseo
de sales minerales y de la producción de fibras
colágenas.
La remoción de la tensión mecánica debilita el hueso a partir de la
desmineralización y de la reducción de fibras colágenas.
Envejecimiento y tejido óseo
El principal efecto del envejecimiento es la
desmineralización; es decir, la pérdida ósea de calcio que
sucede a la disminución de la actividad osteoblástica
Otro efecto es la disminución de la producción de proteínas de la matriz
osteoide (fundamentalmente, fibras colágenas), lo que debilita el hueso y, en
consecuencia, lo predispone a fracturarse.
minerales en los huesos
Los minerales (especialmente calcio y fosfatos) y las vitaminas (A, D, K y B12) de la dieta son necesarios
para el crecimiento y el mantenimiento del hueso. Los factores de crecimiento tipo insulina (IGF, por su
sigla en inglés), la hormona de crecimiento, las hormonas tiroideas y la insulina estimulan el
crecimiento óseo
Las hormonas sexuales enlentecen la resorción ósea y promueven el depósito de hueso nuevo.