3.-APLICACIÓN DE LOS
PRINCIPIOS DE LA BIOÉTICA
A LA ÉTICA PROFESIONAL
Si analizamos los principios
generales de la bioética desde la
ética de las profesiones, podemos
concretarlos:
a) Principio de beneficencia: se define
como hacer bien una actividad y hacer
el bien a otros mediante una actividad
bien hecha.
b) Principio de autonomía: La dignidad del ser humano
radica en su libertad y su conciencia, es decir en su
capacidad de autodeterminación. Tratar a los otros
como personas, contando con su parecer, respetando
sus derechos y convicciones, proponiendoles diferentes
alternativas.
c) Principio de Justicia: Lo justo es una variante de lo
bueno. Se entiende por justicia aquello que se debe
a alguien: por ser persona con dignidad y derechos,
por contrato relacionado con cada profesión, por
mérito a causa del esfuerzo, por participación en
cargas o beneficios, por ley.
d) Principio de no maleficencia: No hacer mal el propio oficio
profesional, no perjudicar al otro, no violar sus derechos, no
cometer injusticias. Es un principio absoluto que precede a la
beneficencia enmarca la autonomía y matiza la justicia.
“Cada profesión es ejercida con vistas a la consecución de fines que
mejorar a configurar la vida buena. Cada ética profesional genera formas
de tipificar las situaciones, los conflictos y el modo de resolverlos… al
final cada profesión tendrá que plantearse la cuestión de su mejor o peor
contribución a los fines específicos de su actividad ya la vida humana en
su conjunto ”
2- ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LOS
PRINCIPIOS
Los principios éticos que promueven una
importante reflexión en el campo de la bioética
surgen en los años 70 del s.XX.
Su aplicación abarca todos los aspectos de la
asistencia sanitaria y se propone también en
otros campos de la Ética como el que nos
ocupa.
Se propusieron tres principios: •El derecho
a la autonomía de las personas, que
deciden qué es lo correcto •La
beneficencia, que pretende el logro del
bien, o la felicidad, con el paso previo de la
no maleficencia, que exige no hacer daño •
La justicia, que considera la simetría entre
todas las personas y sus relaciones de
reciprocidad.
Principios
Europeos de
Bioética
1. Vulnerabilidad: deber de protección del ser
humano en condiciones de fragilidad, en base a su
dignidad inalterada por el hecho de ser persona.
2. Dignidad: deber de reconocimiento de la
persona como ser único e insustituible en su
entorno cósmico.
3. Autonomía. Entendida como capacidad de introspección y
decisión que no se identifica con la dignidad de la persona
puesto que una disminución de la autonomía no se
corresponde con una alteración de la dignidad.
4. Integridad: se entiende a la persona como un
ser en equilibrio, que lo pierde cuando enferma
La ética nos aporta herramientas para
realizar el razonamiento previo a la decisión,
que permitirá justificar la misma. Y ello
supone:
• Conocer la situación concreta y sus circunstancias
• Ver las posibilidades actuación (cursos de acción) y
las consecuencias de cada una. • Comparar con
situaciones previas y las respuestas dadas • Juzgar
los criterios bajo los cuales se está analizando la
situación • Exponer los principios que están en juego
• Ponderar los conflictos entre los principios
1.ÉTICA Y DEONTOLOGÍA
Los códigos deontológicos, cuando
se formulan, contribuyen también
a señalar la aportación de una
profesión determinada a la
sociedad. Los códigos éticos nos
recuerdan los valores centrales de
la profesión y las actitudes que se
requieren para realizarlas.
“Los códigos deontológicos, que eran la síntesis de
las obligaciones profesionales, no son más que la
expresión parcial e insuficiente de lo que hay que
buscar cómo excelencia profesional. Abandonados a
sí mismos, corren el peligro de ser vistos como el
simple enmascaramiento de otros intereses. Lo que
fue llamado deontología profesional y que se
concretó en códigos de conducta mayormente
elaborados por los colegios profesionales, es hoy
poco más que un sucedáneo de la legislación que
alimenta esa forma de responsabilidad que hay que
complementar porque es meramente jurídica”
4.-ÉTICA DEL PROFESIONAL EN LA
ORGANIZACIÓN
Ésta consiste en la satisfacción de
expectativas: pero no cualquier expectativa.
Se trata de expectativas fundadas, con
conocimiento de causa y legítimas. Deben
igualmente referirse, no sólo al destinatario
del servicio, sino todos los involucrados en el
mismo: profesional (nivel micro),
organización (nivel meso), sociedad (nivel
macro).
Factores
• Satisfacción del usuario • Conocimientos de los
profesionales • Valoración de los propios
profesionales del servicio que ofrecen • Investigación
• Posibilidades con los recursos reales • Eficacia…
Para forjar una ética organizativa, se
requiere:
1. Trabajar en una cultura corporativa, en la que se explicite
lo que se quiere conseguir y cómo se quiere conseguir,
generando un cierto sentimiento de pertinencia
2. Tener un código ético, que vaya más allá de un reglamento y que
permita conocer el tipo de conducta que la organización espera de su
personal.
3. Cultura participativa, en el cual sea posible la discusión, la
creatividad, el cambio, la mejora y la gestión del conflicto.
Sin duda surgen los conflictos de intereses
entre las demandas plurales de empresa,
usuarios y profesionales; la reflexión ética
llega hasta las condiciones reales en las
que se realiza un trabajo: la coherencia del
profesional, su honestidad, las limitaciones
del tipo de sociedad en que se desenvuelve
su actuación. Compatibilizar ética personal,
profesional y organizacional es el reto.