Es un órgano bilobulado plano situado arriba del
corazón. Cada lóbulo está rodeado por una cápsula y
dividido en lobulillos, separados entre sí por cordones de
tejido conectivo llamados trabéculas
Cada lóbulo se integra con dos compartimientos: el externo, o corteza, lo ocupan en
gran densidad células T inmaduras, llamadas timocitos; el interno, o médula, aloja
escasos timocitos. Tanto la corteza como la médula del timo están cruzadas por una
red tridimensional de células estromales compuesta de células epiteliales y
dendríticas y macrófagos, que constituyen el armazón del órgano y contribuyen al
crecimiento y la maduración de los timocitos.
En el timo se desarrollan y maduran las células T.
Maduración y Selección de Timiocitos
Maduración
Los progenitores linfoides de los linfocitos, procedentes de la médula ósea, entran en el timo y comienzan a
dividirse activamente en la corteza; sin embargo, allí mueren por apoptosis más del 95% de las células
generadas, que son eliminadas por los macrófagos. Los sobrevivientes van emigrando hasta la médula, donde
terminan de madurar, y salen del timo como células T vírgenes maduras (inmunocompetentes), por medio
de las vénulas postcapilares del timo. Durante todo este proceso los timocitos han ido interactuando con
células estromales provistas de MHC en sus membranas (células nodriza à células corticales epiteliales à
células dendríticas)
Selección
Se producen dos fases de selección
Selección Positiva
sólo sobreviven aquellos timocitos que hayan
generado receptores TCR capaces de reconocer
moléculas MHC propias
Selección Negativa
se eliminan por muerte celular programada los timocitos
que habiendo superado la selección positiva hayan
resultado autorreactivos, es decir, los timocitos que
reconozcan moléculas del propio individuo (autoantígenos)
presentadas por el MHC propio, o que tengan una afinidad
demasiado alta hacia el MHC propio solo
De esta forma sólo salen como linfocitos T maduros aquellas
célula autotolerantes (no inmunidad a lo propio) y capaces de
reconocer antígenos (moléculas extrañas al propio individuo) en
el contexto del haplotipo propio del MHC.
Médula Ósea
Se considera el principal órgano linfopoyético primario del cerdo, al igual
que en otros mamíferos. Se encuentra distribuida en el interior de todos
los huesos del animal, principalmente en los huesos largos. En ella se
producen las células madre linfopoyéticas que originarán los futuros
macrófagos y linfocitos B y T. Estos últimos (T), al emigrar desde la
médula ósea embrionaria a la corteza del timo.
La médula ósea es un tejido complejo en el que ocurren
hematopoyesis y depósito de grasa.
Estructura
Existen dos tipos de médula ósea, la médula ósea roja, activa desde el punto de vista
hematopoyético, y la médula ósea amarilla, inactiva hematopoyéticamente aunque capaz de
activarse en casos de emergencia
La médula ósea está compuesta por una red de fibras que forman estructuras cavernosas limitadas por una pared
reticular y por las trabéculas del tejido óseo esponjoso. En el interior de las cavernas se disponen células sanguíneas en
diversos estadios de diferenciación y adipocitos. Los capilares que acceden al interior de la médula ósea roja
recogen las células maduras y las transportan a la circulación.
Maduración de Linfocitos B
Proliferación
Es necesaria la proliferación de los linfocitos en desarrollo para asegurar la disposición de un número
adecuado de células que expresen receptores útiles para el antígeno y maduren en linfocitos
completamente funcionales.
En la médula ósea, la célula madre pluripotencial da lugar a dos tipos de precursores, el mieloide y el linfoide. El
progenitor linfoide se diferencia a linfocito T en el timo, y a linfocito B en la médula ósea. En la actualidad se
desconoce la localización anatómica en la que se diferencian los linfocitos NK.
Selección
La selección se basa en la expresión de componentes intactos del receptor para
el antígeno y lo que reconocen. Por tanto, son necesarios puntos de control en
los cuales solo sean seleccionadas las células con receptores funcionales para el
antígeno intactos para que sobrevivan y proliferen. Los prelinfocitos y los
linfocitos inmaduros que no expresan receptores para el antígeno mueren por
apoptosis
Maduración
Los reordenamientos génicos en los linfocitos inmaduros generan de
forma aleatoria receptores para el antígeno con especificidades muy
diversas. Algunos de ellos pueden no reconocer antígenos en el sujeto
Otros receptores para el antígeno pueden reconocer péptidos de proteínas propias. Por
lo tanto, es necesario otro proceso de selección que elimine estos linfocitos en potencia
peligrosos e impida el desarrollo de respuestas autoinmunitarias. Los mecanismos
que eliminan fuertemente los linfocitos T y B autorreactivos constituyen la selección
negativa.
El timo y la médula ósea a veces se refieren como órganos linfoides primarios,
debido a que proporcionan singulares microambientales esenciales para la
linfopoyesis, es decir, la producción inicial de linfocitos a partir de células
progenitoras no asignadas. Sólo después de que los linfocitos maduran dentro de
un órgano linfoide primario, la célula es inmunocompetente
Órganos Linfoides Secundarios
Médula Ósea
también tiene función de órgano secundario; los linfocitos B estimulados en
los ganglios periféricos migran a la médula donde se diferencian a plasm
ocitos. La m édula se convierte así en un importante sitio de síntesis de Igs,
sobre todo en los períodos tardíos de la respuesta inmune primaria y en las
respuestas secundarias.
Son estructuras especializadas en la recolección de antígenos de distintos
compartimentos anatómicos. En ellos se lleva a cabo la activación de los
linfocitos maduros, a través de la «presentación» o el contacto con el antígeno,
lo que da inicio a la respuesta inmune específica, con la consiguiente
proliferación clonal y la generación de células de memoria.
Sistémicos
Ganglio Linfático
Estructura
Los ganglios linfáticos están formados por una corteza
(externa), una paracorteza (intermedia) y una médula
(interna)
Paracorteza: es una región no organizada que se
dispone internamente a la corteza y que se
caracteriza por la predominancia de linfocitos T.
Corteza: es la región a la que primero acceden las células procedentes
de los vasos linfáticos. Los linfocitos se organizan en folículos
linfoides, donde predominan los linfocitos B.
Médula: es la región más próxima al vaso linfático eferente. Es una zona de
celularidad mixta, en la que se aprecian linfocitos maduros preparados para ser
enviados a la circulación, células dendríticas y macrófagos.
Función
Los ganglios linfáticos son extremadamente importantes en las respuestas a los
patógenos, especialmente aquellos con los que un individuo no ha interactuado
previamente. Las proteínas del patógeno alcanzarán las células dendríticas en el
ganglio linfático, o se transportarán al mismo a través de células dendríticas
migratorias, y los fragmentos de proteína se "presentarán" a las células T.
Las continuas interacciones entre las células dendríticas y las células T aseguran que pronto se encontrará
una célula T que reconozca el fragmento de la proteína patógena. Esta célula T, a continuación, se dividirá y
coordinará la respuesta inmunitaria contra el patógeno. Un punto muy importante es que algunas de las
hijas de las células T en división, viajarán a los folículos de células B y promoverán la división y maduración de
las células B, permitiendo así la producción de los anticuerpos, esenciales para combatir muchas infecciones.
El ganglio forma parte del sistema linfático que filtra por zonas los
antígenos procedentes del líquido intersticial y de la linfa. Los
antígenos libres o las células portadoras de los antígenos pueden
penetrar al ganglio por los ductos denominados vasos linfáticos
aferentes, para establecer contacto con los linfocitos ubicados en él.
Los linfocitos sanguíneos llegan al ganglio principalmente por vía
hematógena a través de vénulas.
Bazo
Estructura
Pulpa Roja
Está formada por los sinusoides esplénicos, entre los que se encuentran dispersos un gran número de eritrocitos,
macrófagos, células dendríticas, escasos linfocitos y células plasmáticas. Los sinusoides terminan en vénulas que
drenan en la vena esplénica, la cual transporta la sangre fuera del bazo y alcanza la circulación portal.
Pulpa Blanca
La pulpa blanca está constituida por cuatro elementos: la arteriola central, la vaina linfoide periarteriolar, una corona
de linfocitos B y células presentadoras de antígeno, y un centro germinal. En la pulpa blanca, la
arteriola central se sitúa en la periferia de la corona de linfocitos B organizados en folículos, que constituyen la zona
B-dependiente o paracortical. La arteriola central está envuelta por la vaina linfática periarterial, que está
constituida fundamentalmente por linfocitos T y se denomina zona T-dependiente o cortical. El límite
entre el folículo linfoide de la pulpa blanca y la pulpa roja se conoce como zona marginal, y es el lugar en el que se
produce el primer encuentro entre un antígeno y los linfocitos. En la zona marginal se encuentran unos linfocitos B
con características especiales similares a las de los linfocitos B1 denominados linfocitos B de la zona marginal del
bazo.
Es un órgano linfoide secundario ovoide y grande que tiene
un papel principal en el desarrollo de reacciones
inmunitarias a antígenos en el torrente sanguíneo.
Función
Pulpa Blanca
La pulpa blanca se asocia con la función linfática del bazo. La mayoría de este tejido consiste en nódulos relacionados
con la linfa, llamados corpúsculos de Malphighian. La pulpa blanca funciona como parte del sistema inmune,
produciendo anticuerpos (inmunoglobulinas) que reconocen y neutralizan antígenos dañinos (bacterias y virus) en la
sangre. También produce y almacena glóbulos blancos (linfocitos).
Pulpa Roja
En la pulpa roja los macrófagos se encargan de destruir eritrocitos y plaquetas en mal estado, así como material
reconocido como extraño. Estas células, suelen presentar depósitos de pigmentos en su citoplasma. También es un
sitio de almacén de hierro, eritrocitos y plaquetas.
Mucosas
Tejido linfoide asociado a mucosa
Formación
Este tejido linfoide puede presentarse como colecciones difusas de linfocitos,
plasmocitos y macrófagos dispersos en la lámina propia de los órganos, o bien
como acúmulos más organizados con folículos semejantes a los de otros órganos
secundarios: en el hombre éstos incluyen las am ígdalas, las placas de Peyer y el
apéndice cecal. En su superficie mucosa, estos acúmulos presentan células
epiteliales especializadas capaces de captar antígenos.
Función
La inmunidad generada en estos sitios se
enriquece con la actividad desplegada por la
gran cantidad de anticuerpos (IgA), que se
encuentran inmersos en las mucosas.
Zonas de procesamiento e inicio de la respuesta inmune (Zona inductora)
Disponen de elementos semejantes a los componentes del sistema inmune sistémico para realizar la
captación de los antígenos e iniciar la respuesta inmune. Con la única diferencia de las células M, que son
unas células epiteliales especializadas en el transporte de antígenos
Zonas de respuesta (humoral y celular) o zonas efectoras
la mayor parte de las células inmunes son linfocitos T, que se encuentran entre las células epiteliales
(linfocitos intraepiteliales) y por debajo de ellas en la lamina propia. Fundamentalmente CD 8 (77%) y CD 4
γ-δ. También hay linfocitos B, que pueden reaccionar con el antígeno.
Son agrupaciones linfoides no capsuladas situadas en áreas
submucosas. Las células de cada sitio tienen distintos fenotipos y
características funcionales. La mayoría de los linfocitos
intraepiteliales son T con predominio del tipo CD8.
MALT es el nombre genérico del único órgano linfoide secundario que no es
encapsulado; está situado en la lámina propia y áreas submucosas de diferentes
tractos según los cuales recibe un nombre
GALT, gastro-intestinal, el más importante cuantitativamente; tiene gran interés pues
debe mantener un equilibrio entre la respuesta inmunitaria y la tolerancia a las
sustan- cias ingeridas con los alimentos.
BALT, respiratorio.
NALT, fosas nasales.
SALT, piel.
EALT, globo ocular.
Varios órganos y tejidos, distintos desde los puntos de
vista morfológico y funcional, tienen diversas funciones
en la formación de las respuestas inmunitarias y
pueden distinguirse en órganos linfoides primaros y
secundarios