Convertir el "Monstruo" en aliado: la evaluación como herramienta de la gerencia social
Para facilitar la transformación
de la evaluación en un aliado que
promueve el aprendizaje y
fortalece la gerencia, el primer
desafío que tenemos que
enfrentar indudablemente
consiste en explicitar lo que
queremos logra
Una vez superado el desafío de la
explicitación de lo que se propone lograr,
el proceso de evaluación se fortalece en la
medida en que superemos tres desafíos
adicionales:
La superación de la brecha -- tanto real como percibida -- entre lo “cuantitativo” y lo “cualitativo” en
la especificación de objetivos y la evaluación.
La identificación n y concertación de
indicadores e informaciones relevantes,
tomando en cuenta el marco conceptual y las
diversas perspectivas e intereses asociados
con los resultados y las relaciones causales
esperados
La definición y manejo efectivo de flujos de
la info rmación generada por el proceso de
evaluación y la introducción de estrategias
e incentivos que promueven el uso de
dicha información.
La evaluación nació el séptimo día de la Creación, cuando
Dios miró todo lo que había creado y declaró “Es bueno.” 1
Con esa sola frase, Dios se convirtió en el primer evaluador
del mundo.
el diablo objetó e insistió “¿cómo sabe que es bueno? ¿cómo lo
midió? ¿con qué indicador juzgó la bondad de su creación? ¿con qué
lo comparó?” Y, así, nace la evaluación como la conocemos hoy -- ¡en
los fuegos del infierno!
Durante la década de 1990 se produjo en América
Latina un profundo debate sobre el papel y la eficiencia
del sector público. Dicha discusión abrió la puerta a
nuevas iniciativas para diseñar y poner en marcha
procesos eficaces de evaluación.
A pesar de lo que ha hablado y publicado
sobre la importancia de los procesos de
evaluación, aún es poco común encontrar
programas o políticas sociales en América
Latina
¿Qué es la evaluación?
en la acción y efecto de
señalar el valor de una cosa y
que “evaluar” significa estimar,
apreciar, calcular el valor de
una cosa.
El monitoreo y la evaluación
En la practica del análisis de políticas,
programas y proyectos, monitoreo 3
típicamente se ha asociado con un
seguimiento de las actividades internas
de la gestión.
¿desenlaza el programa las actividades especificadas en su
programación? • ¿entrega los servicios en la cantidad y
calidad esperadas? • ¿llega a los beneficiarios apropiados? •
¿cumple el calendario de ejecución y entrega de servicios? •
¿se utilizan de manera apropiada los recursos del
programa?
Monitoreo y evaluación: un proceso integral
En adelante, este trabajo se refiere a la
“evaluación”, entendiendo por ella, un
proceso integral y continuo que mide y analiza
el cumplimiento en un seg uimiento
sistemático de acciones y de resultados y de
las relaciones entre los dos.
¿Por qué la imagen de “monstruo”?
La gerencia de los sectores sociales tradicionalmente se ha
caracterizado por un enfoque en actividades: un estilo
gerencial orientado hacia la ejecución de planes d e trabajo
pre - definidos, en los cuales las actividades se vuelven fines
en sí mismos.
Los equipos gestores no cue stionan los objetivos
máximos de su quehacer ni verifican el cumplimiento de
ellos porque, no han sido responsabilizados por el logro
de los mismos, sino por la ejecución de las actividades
propuestas para lograrlos. 8 Así, no tienen ningún
incentivo para a poyar o participar en un proceso de
evaluación de objetivos o resultados
Hacia un uso gerencia l del
monitoreo y evaluación: ¿Cómo
avanzamos?
La gerencia social moderna depende de la
evaluación. El cambio del paradigma de la
gerencia social requiere, a su vez, la modificación
del paradigma de la evaluación en los sectores
sociales. Nos obliga a ob viar las dificultades de la
evaluación y la imagen de “monstruo”.