También conocida como cadena alimenticia o cadena alimentaria, es la corriente de energía y nutrientes que se establece entre las distintas especies de un ecosistema en relación con su nutrición.
Se hace evidente una realidad: la Sierra Nevada,
reconocida por la UNESCO hace más de 15 años
como Reserva del Hombre y de la Biosfera,
cuando le confirió la categoría de Patrimonio
Mundial, sufre grandes amenazas que podrían
acabar con uno de los tesoros más preciados de
nuestro país.
En la actualidad se han arrasado por lo
menos el 70% de sus bosques y selvas
húmedas y secas; es decir, que en pocos
años se alteraron más de 1’269.250
hectáreas, de las cuales no menos de
200.000 fueron taladas para establecer
narcocultivos.
Este auge de bonanzas y capitales mal habidos, trajo consigo la presencia
de grupos insurgentes, tanto de la guerrilla revolucionaria como de los
grupos llamados paramilitares, lo cual ha generado serios conflictos
sociales, políticos y económicos en la región.
En medio de estos antagonismos, sigue avanzando la
destrucción de los hábitats naturales y muchas de las
especies de fauna y flora, exclusivas de los ecosistemas de
la Sierra, se encuentran seriamente amenazadas
Con ello se ha perdido la estrella hidrográfica y la posibilidad de seguir
suministrando el agua para todas las poblaciones periféricas
lo más grave es que se ha puesto en serio
peligro a las poblaciones humanas que la
habitan y en particular a las comunidades
indígenas que aún sienten la
responsabilidad de proteger el frágil
equilibrio del planeta y de la energía
cósmica del universo.