Continuó la filosofía moralista inglesa de Shaftesbury y Hutcheson.
La filosofía moral de Smith es sensitiva:
El hombre genera simpatía o antipatía pos sus
sensaciones, en nada influye la razón.
Cualquier impulso o sentimiento puede llevarse a cabo sin
vulnerar los principios de equidad, justicia y rectitud de conducta.
Pues el hombre posee tácitamente una
conciencia de estas reglas de conducta.
Uno de los primeros sentimientos que percibe
el hombre es el de velar por si mismo e
intentar mejorar su condición personal.
La consecución de esta meta es: "El Trabajo"
El deseo de enriquecerse por medio del trabajo
digno y recto, pasa a ser una acto lícito que
proporciona un aumento del bienestar social.
El hombre no debe confiar en la ayuda de
sus semejantes, pues esta no vendrá de su
benevolencia, sino de su propio interés.
El Trabajo realizado en provecho propio
contribuye a satisfacer de cierto modo las
necesidades de los demás.
Se genera un fenómeno inconsciente:
"La Mano Invisible"
Sus firmes concepciones morales lo mueven a denunciar
en su obra "La Riqueza de las Naciones" todas las
practicas de juego sucio llevadas a cabo por los ricos, pues
estas perjudicaban el interés general de la sociedad.
Estas practicas eran la tendencia de los hombres
de negocio, se denominaban "Monopolio"
"Desean cosechar donde nunca
sembraron"
Concibió una forma ideal de organizar la
economía: El sistema de la libre competencia
Estructurar la producción y distribución de bienes
de manera que no existan confabulaciones y no
surjan posiciones privilegiadas
Siendo cada individuo el mejor juez de sus asuntos, la
libre competencia lograría favorecer el interés general,
a medida que cada uno buscara el suyo propio.