etapa final de un proceso complicado. Para
que podamos hablar de una solución,
debemos suponer que la conclusión es
positiva y que todo el problema ha quedado
en el pasado.
La Terapia de Solución de Problemas está formada por
tres tipos diferentes de habilidades: generales,
específicas y básicas.
1. Generales Son habilidades de orientación al problema, y
se utilizan en la primera fase de la terapia (fase de
orientación al problema), como veremos más adelante. Se
trata de cogniciones generales como percibir el problema,
atribuirle una causalidad, valorarlo y comprometerse con él.
2. Específicas Se trata de las habilidades
“intermedias” que utiliza el paciente (entre las
generales y las básicas), y se ponen en práctica en
situaciones muy concretas.
3. Básicas Son las habilidades más
específicas en solución de problemas, y se
utilizan en las fases siguientes a la primera,
para definir el problema, generar
alternativas, tomar una decisión, aplicar la
solución y comprobar su utilidad.
es el acto y el resultado de resolver. Este
verbo puede referirse a encontrar una
solución para algo o a determinar alguna
cuestión. Un problema, por otra parte, es
una dificultad, un contratiempo o un
inconveniente.