El término minimalismo, en su ámbito más general, es la
tendencia a reducir a lo esencial, a despojar de elementos
sobrantes.
Los muebles toman el concepto
propio del minimalismo de
simpleza y funcionalidad; menos
es más. La austeridad en el
diseño y en la cantidad de
muebles, son básicos en la
decoración minimalista.
Los materiales más usados en el minimalismo son: la madera, tanto en pisos como en muebles,
cemento alisado, vidrio, alambre de acero, venecita y piedras, principalmente en estado natural,
mínimamente manipulados.
El minimalismo se caracteriza por la extrema
simplicidad de sus formas, líneas puras, espacios
despejados y colores neutros, en un ambiente con
equilibrio y armonía.
En las paredes se trata de
evitar todo adorno que esté
de más, aunque se puede
utilizar algún cuadro
destacado en presencia o
importancia. Paredes lisas de
colores claros o revestidas con
piedra, cómo único elemento
de decoración.