La materia es cíclica, ya que los principales elementos químicos que
forman parte de los seres vivos se reciclan continuamente.
El carbón o el petróleo, se originan a partir de la materia orgánica
que quedó sepultada en la litosfera y apartada del ciclo del
carbono.
La lignina y la celulosa son moléculas que
constituyen la madera de los árboles, y tienen una
vida larga.
Los elementos que forman parte de la materia
viva reciben el nombre de bioelementos.
Los principales son: carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno,
fósforo y azufre, que constituyen el 99% de la materia viva.
La velocidad a la que se producen los ciclos
biogeoquímicos depende de diversos factores, como la
vida de las moléculas o el tiempo que necesitan para
descomponerse, y también de su accesibilidad.
Debido a la acción constante de estos organismos, la
biósfera interacciona con los demás sistemas: hidrósfera,
geósfera y atmósfera.
Los elementos de la materia forman parte del ciclo pueden
quedar apartados de él durante largos períodos de tiempo.
Los organismos descomponedores contribuyen de forma
decisiva en el reciclaje continuo del carbono, hidrogeno,
oxigeno, nitrógeno, fosforo y azufre.