Estas herramientas y esquemas analíticos han sido encaminados para poder formular y ejecutar la estrategia del océano azul
para competir con las aguas rojas del mercado conocido. Una estrategia eficaz de océano azul debe tener por objeto minimizar
el riego en lugar de propiciarlo.
Los estrategas se han preguntado cómo salir de un océano rojo de competencia sangrienta entre
empresas de la misma industrial para lograr que la competencia pierda su importancia. ¿Cómo
abrir y capturar un océano azul de espacio sin competencia en el mercado?
Para resolver estas interrogantes de debe recurrir al cuadro estratégico, un esquema analítico
fundamental para la innovación en valor y la creación de océanos azules.
CUADRO ESTRATEGICO
Es una herramienta de diagnostico y un esquema practico para construir una estrategia
contundente de océanos azules. Cumple el propósito de capturar el esquema de la competencia e el
mercado conocido a fin de arrojar luz sobre las inversiones de los diversos actores, las variables
alrededor de las cueles compite la industria actualmente en productos, servicio y entrega, también,
sobre lo que los clientes reciben cuando comparan lo que los competidores ofrecen actualmente en
el mercado.
En el eje horizontal del cuadro refleja la gama de variables en las cuales invierte la industria y
alrededor de las cuales gira la competencia. En el eje vertical refleja el nivel de lo que se ofrece a los
competidores en lo relacionado con todas las variables clave de la competencia.
La curva de valor es el componente básico del cuadro estratégico y constituye una representación
grafica del desempeño de una compañía en lo referente a las variables de la competencia en su
industria.
LA MATRIZ “ELIMINAR-REDUCIR-INCREMENTAR-CREAR”
Tercera herramienta para crear océanos azules. Actuar con respecto a 4 preguntas con el objetivo
de crear una nueva curva de valor.
Se obtienen los sig beneficios: 1.- se busca tener diferenciación y bajo costo al mismo tiempo, para
poner fin a las diferencias entre valor y costo. 2.- pueden identificar inmediatamente si están
orientados a solo incrementar y crear, elevando su estructura de costos y exagerando en la
ingeniería de sus productos y servicios, problema que suele afligir a muchas. 3.- sus gerentes de
cualquier nivel pueden comprenderla fácilmente, lo cual facilita su compromiso a la hora de
aplicarla. 4.- como la tarea de llenar la matriz es exigente, las obligaciones de examinar a fonfo cada
una de las variables alrededor de las cuales compite la industria y así descubrir la gama de
suposiciones implícitas que se hacen a la hora de competir.
TRES CARACTERISTICAS DE UNA BUENA ESTRATEGIA La forma de la curva de valor debe ser
divergente con respecto a los demás actores. Una estrategia eficaz tiene 3 cualidades
complementarias: foco, divergencia y un mensaje central contundente.
Foco:Toda gran estrategia tiene un foco de y este se debe de reflejar en el perfil estratégico o la
curva de valor de la compañía. Poner énfasis en las variables más importantes.
Divergencia: Cuando una compañía desarrolla su estrategia de manera reactiva para mantenerse a
tono con la competencia, pierde su singularidad. En el cuadro estratégico, las compañías reactivas
tienden a compartir el mismo perfil estratégico. Al aplicar las cuatro acciones de eliminar,
incrementar, reducir y crear desarrollan perfiles diferentes del promedio de la industria.
Mensaje contundente :Una buena estrategia tiene un mensaje claro y contundente. Un buen
mensaje no solo debe de comunicar la idea claramente sino también anunciar la oferta con la
verdad, o de lo contrario los clientes perderán la confianza y el interés.
Interpretación de las curvas de valor: El cuadro estratégico sirve para ver el futuro en el presente.
Para lograr esto, las compañías deben comprender la manera de interpretar las curvas de valor. Las
curvas de valor de una industria encierran una riqueza de conocimiento estratégico acerca de la
situación actual y futura de una empresa.
Una estrategia de océano azul: Va por un buen camino la compañía cuya curva de valor, o la de sus
competidores, cumple con los tres criterios que definen a una estrategia de océano azul: foco,
divergencia y un mensaje contundente para comunicarse con el mercado.