Uno de los principales sofistas del siglo V a. C., era un pensador, viajero y
maestro de la retórica que deambulaba por Grecia cobrando elevadas tarifas
para enseñar el correcto uso de las palabras (ortoepía). Fue conocido de
Sócrates y amigo de Pericles, y junto con Gorgias fue el único sofista
respetado por Platón y por Aristóteles.
Gorgias de Leontinos (483 – 375 a.
C.)
Discípulo de Empédocles y conocedor del pensamiento de Zenón de Elea y
de Parménides, Gorgias fue otro de los grandes sofistas griegos, respetado
como filósofo incluso por sus detractores. Algunos le atribuyen el rol de
padre de la oratoria y fundador de la epidíctica, y falleció con más de cien
años.
Pródico de Ceos (465 – 395 a. C.
Un sofista de las primeras generaciones y contemporáneo de Sócrates, cuyas enseñanzas
se centraban en la gramática y la retórica. Ninguna de sus obras sobrevivió al tiempo, pero
existen numerosas referencias en obras de otros autores, algunas incluso con fragmentos
citados. Al parecer entre sus intereses estaban la astronomía, el lenguaje, la ética y la
religión.
Hipias de Élide (c. 460 – c. 400 a. C.)
Uno de los sofistas de las primeras generaciones y destacado geómetra,
descubridor de la cuadratiz, con el que dió respuesta a problemas centrales de
la geometría griega. También se le atribuye una gran memoria y la invención
de numerosas reglas mnemotécnicas.
Trasímaco de Calcedón (459 – 400 a. C.)
Se sabe poco de la vida de este sofista, que hace aparición en los diálogos platónicos y en la República de
Platón, en particular en las reflexiones respecto al rol de la justicia. Del resto, se sabe sobre su vida gracias
a las referencias de una obra perdida del comediante Aristófanes y en la obra de Clemente de Alejandría.