El número de desempleados se
evaluó en al menos 40 millones.
Los que conservaron sus empleos
sufrieron un importante recorte en
sus salarios.
Los niveles de bienestar alcanzados en
Estados Unidos a lo largo de la década
de los veinte se redujeron
significativamente y la penuria se
extendió por el campo y las ciudades.
Europa, especialmente Alemania, en
plena recuperación de posguerra, volvió
a alcanzar altas tasas de desempleo
como consecuencia del cierre de
empresas.
Algunas zonas se erigieron en focos de emigración
La población inició el traslado a las ciudades, pero éstas
aquejadas por la crisis fueron incapaces de absorber el
flujo y se poblaron de guetos marginales donde reinaba
la más absoluta pobreza.
En Estados Unidos fueron denominados
irónicamente "Hoovervilles" (del
presidente Hoover) y en ellas se
abarrotaron más de un millón de
personas, hacinadas en viviendas de
hojalata y cartón, sin las más elementales
condiciones de higiene.
Política
liberalismo democrático
Sus constituciones recogieron las libertades individuales y el sufragio universal. Pero la incapacidad
del liberalismo clásico para evitar la crisis y, una vez desatada, para hacerle frente, impulsó el auge de
ideologías nacionalistas y totalitarias que arraigaron en algunos países: Alemania e Italia constituyen
los ejemplos paradigmáticos, si bien hubo otros muchos (Austria, Polonia, Yugoslavia, etc).
En otras partes hubo tendencias
filofascistas, fue el caso de Gran
Bretaña (Oswald Mosley), Bélgica
(Léon Degrelle) o Francia, pero
estos movimientos carecieron
del suficiente empuje para
acceder al poder
Cultura
Cultura de Masas
En el período de entreguerras se produjeron
profundos cambios en las sociedades
occidentales y apareció una cultura de masas
basada en la difusión masiva de la imagen y la
palabra, que también modificó las formas de
pensamiento. La expansión de la clase media.
Cultura del espíritu
Se trata de una corriente intelectual conservadora,
que por la vía de la cultura y del espíritu pretende la
regeneración de la humanidad desbaratada, en un
mundo que ha perdido la fe, y que arrastra
adhesiones de un sector importante de la élite
europea.