Las TICS han ido teniendo progresivamente una mayor repercusión en la sociedad en general y, en
particular, en el ámbito educativo.
La incorporación de las TICs en la sociedad y en especial en el ámbito de la educación ha ido
adquiriendo una creciente importancia y ha ido evolucionando a lo largo de estos últimos años, tanto
que la utilización de estas tecnologías en el aula pasará de ser una posibilidad a erigirse como una
necesidad y como una herramienta de trabajo básica para el profesorado y el alumnado.
En nuestro actual entorno y gracias a herramientas como Internet, la información está disponible en
cantidades ingentes al alcance de todos. Sería impensable esperar que un cambio de esta
envergadura no tuviera impacto en la educación.
Resulta evidente que las TIC tienen un protagonismo en nuestra sociedad. La educación debe
ajustarse y dar respuestas a las necesidades de cambio de la sociedad.
Desde la escuela se debe plantear la utilización de las TIC como recurso para favorecer: La
estimulación de la creatividad. La experimentación y manipulación. Respetar el ritmo de aprendizaje de
los alumnos. El trabajo en grupo favoreciendo la socialización. La curiosidad y espíritu de investigación.
Para Coll y Martí las posibilidades más significativas que se le incorporan a las TIC para ser utilizadas en
la enseñanza son: Eliminar las barreras espacio-temporales entre profesor y el alumno/a. Flexibilización
de la enseñanza. Adaptar los medios y las necesidades a las características de los sujetos. Favorecer el
aprendizaje cooperativo así como el autoaprendizaje. Individualización de la enseñanza.
De lo que se trata con el uso de estas tecnologías dentro del aula, no es, transmitir una información
determinada, sino de enseñar a aprender a lo largo de toda la vida. Los centros educativos tienen que
preparar a sus alumnos/as para, no solo acceder a la información, sino también saber “crear”
conocimiento basado en dicha información. Deben saber seleccionar, valorar, criticar, desechar y
utilizar adecuadamente dicha información a la que tienen acceso desde sus puestos escolares.
Las nuevas tecnologías pueden suministrar medios para la mejora de los procesos de enseñanza y
aprendizaje; para la gestión de los entornos educativos en general; pueden facilitar la colaboración
entre las familias, los centros educativos, el mundo laboral y también pueden contribuir a superar las
desigualdades sociales; pero su utilización a favor o en contra de una sociedad más justa dependerá en
gran medida de la educación, de los conocimientos y la capacidad crítica de sus usuarios.