Es el paso previo a la ejecución y control de la producción y se basa en encontrar la
manera más económica de igualar la capacidad productiva a la demanda. La
planificación y control de la producción se realiza en tres niveles.
Planificación Estratégica
Establece los objetivos, las estrategias, las políticas
globales y el plan de empresa a largo plazo.
Se caracteriza
principalmente por:
Ser una planificación a largo plazo,
Ser desarrollada por la alta dirección
Ocuparse de las decisiones estratégicas como, por
ejemplo, la localización de las instalaciones productivas
Concretarse en el denominado plan estratégico o plan de empresa.
Planificación Táctica
Concreta los planes estratégicos y los objetivos globales
de la empresa en objetivos y planes a medio plazo.
Se caracteriza
principalmente por:
Su función principal es conectar la planificación
estratégica y la operativa.
Se trata de hacer cumplir el plan
estratégico al menor coste posible.
Se diseña para un horizonte temporal de
entre tres y dieciocho meses.
Se concreta en los denominados plan agregado
de producción y plan agregado de capacidad.
Planificación Operativa
Concreta los planes estratégicos y los objetivos globales
de la empresa en objetivos y planes a corto plazo para
las diferentes áreas funcionales de la empresa.
Se caracteriza
principalmente por:
Se elabora el denominado programa maestro de
producción, que debe ser estable para garantizar la
fabricación y flexible para responder a posibles
cambios de la demanda.
El horizonte de planificación
suele ser de varias semanas.
Las familias de productos se
descomponen en productos concretos.
Tomado de: Núñez Carballosa, A. (2014).
Dirección de operaciones: decisiones tácticas y
estratégicas. Barcelona, Spain: Editorial UOC.