Cambiar no es fácil, esto tanto en nuestra vida personal como a nivel organizacional.
Pero si no cambiamos, no crecemos. ¿Cómo podemos enfrentar de mejor manera, entonces,
los cambios? Responderé a esta pregunta en los planos personal y organizacional, aunque no
hay que perder de vista que en los procesos reales ambos planos se entrelazan.
Asumimos que no es cierto
que las cosas hayan cambiado
o que vayan a cambiar
CÓLERA
Nos enojamos como una manera de lidiar
con la realidad en el momento en que ésta ya
no puede seguir siendo negada.
NEGOCIACIÓN
Esta es una etapa de regateo interno en
la que, para poder asimilar el "bocado"
que representa la nueva situación, nos
quejamos internamente (o también
hacia fuera) sobre "si por lo menos", la
nueva situación se hubiera dado de
manera más benigna.
EL VALLE DE LA DESESPERANZA
TRANSITORIA (VDT) O LA
DEPRESIÓN TRANSITORIA (DT):
En este punto la realidad se ha
vuelto innegable
Ya no estamos enojados, hemos dejado de
regatear y se da el fenómeno de que
transitoriamente nos sentimos vacios, sin energía
ni entusiasmo, desalentados.
ACEPTACIÓN Y CRECIMIENTO
una vez que salimos de la
depresión transitoria, llegamos a
aceptar el cambio
UNA PERSPECTIVA DE LA RESISTENCIA
DESDE LA CULTURA ORGANIZACIONAL
VISIÓN
Esta es la gran meta que inspira a todos, que
define lo que es o no válido en la organización y
que dicta hacia dónde vamos
CONSISTENCIA
Es el conjunto de normas, reglas,
procedimientos y rituales que definen la
forma particular, el "estilo" en que la
organización responde a sus situaciones
internas.
PARTICIPACIÓN
Esta es una medida de la facilidad con la que la
información y las ideas fluyen a través de la
organización, reflejada entre otras cosas, en que las
reuniones son frecuentes, espontáneas, efectivas y de
entusiasmo.
ADAPTACIÓN
Esta es la agilidad con la que la organización
responde a sus clientes externos y su
disposición al cambio.