La Bioética «Puede definirse como el
estudio sistemático de la conducta
humana en el área de las ciencias
humanas y de la atención sanitaria, en
cuanto se examina esta conducta a la
luz de valores y principios morales»
El juramento de
Hipócrates tiene dos
partes fundamentales
en la primera aborda las
obligaciones éticas del
médico hacia sus maestros y
familiares
la segunda trata de sus
relaciones con el enfermo.
Documentos que
guardan relación con el
juramento Hipocrático
Juramento de Iniciación. (India)
Juramento de Asaph (Judío) Las diez
exigencias de Shen Chin-Kung
En la 2ª Asamblea Mundial (1949) se
adoptó un Código Internacional de Ética
Médica, inspirado en la Declaración de
Ginebra y en los códigos deontológicos
de bastantes países.
2. El origen del
término bioética
Bioética: Un puente
hacia el futuro
Potter es el que primero
utilizó el nuevo término,
pero que debe
reconocerse también a
André Hellegers,
obstetra holandés que
trabajaba en la
Universidad de
Georgetown
Para Madison, el término «bioética»
tenía un sentido ambiental y
evolucionista: «Como una nueva
disciplina que combina el
conocimiento biológico con un
conocimiento de los sistemas de
valores humanos
Potter aspiraba a crear una
disciplina que fuese como un
puente -término del título de su
libro- entre dos culturas, la de
las ciencias y la de las
humanidades, que aparecían en
su tiempo ampliamente
distanciadas.
Su preocupación era la supervivencia
tanto de la especie humana como de las
culturas creadas por el hombre.
Su objetivo era crear un medio
ambiente en el que pudiera
realizarse una óptima adaptación
del ser humano al mismo
ambiente.
La visión de la bioética que imaginó Potter
era antropocéntrica -centrada en la
supervivencia humanamás que biocéntrica
-en torno a la supervivencia de toda la
biosfera-. Éste es, según Reich, «el legado de
Potter
Potter Pretendía que la bioética fuese una combinación
de conocimiento científico y filosófico y no solamente
una rama de la ética aplicada.
3. La reciente
historia de la
bioética
Primer Momento: los médicos delegaron
en los profanos para que tomasen la
decisión: «Una prerrogativa que había
sido hasta entonces exclusiva del
médico fue delegada en representantes
de la comunidad»
Se creó la Comisión Nacional.
(19741978), que marcó las directrices
que deben presidir la experimentación
en seres humanos, con un especial
énfasis en el respeto a los miembros de
los grupos vulnerables.
Un año más tarde, el 3 de diciembre de 1967, el
Dr. Christian Barnard realizaba en el hospital
Grootc Schur de Ciudad del Cabo el primer
trasplante cardíaco.
El trasplante de corazón no sólo suscitó la degradación a mero
músculo cardíaco de un órgano al que se le había dado una
gran importancia cultural, sino que suscitaba serios
interrogantes éticos acerca del consentimiento del donante y,
sobre todo, acerca de la determinación de su muerte.
el Tribunal Supremo del
Estado de Nueva Jersey, en
una sentencia histórica de
1976, reconoció a la joven
Quilan «el derecho a morir en
paz y con dignidad».
El caso Quinlan abrió una gran discusión
en torno al final de la vida y comenzaron a
difundirse los testamentos vitales, las
llamadas «órdenes de no resucitar», las
primeras legislaciones sobre las directivas
anticipadas
Surgen las llamadas «regulaciones Baby Doe»,
que suscitaron una intensa polémica en
Estados Unidos y que hoy exigirían, si se
repitiese el caso de Bloomington, la necesidad
de hacer al niño la operación quirúrgica.
4. Las cartas de los
derechos de los
enfermos
Enfermos Estadounidenses diseñan un marco de
relación entre los profesionales de la salud y los
enfermos, que modifica de forma muy importante
al que provenía de la ética hipocrática.
Esta Carta afirma, especialmente, cuatro
derechos fundamentales del enfermo: a la vida,
a la asistencia sanitaria, a la información y a
una muerte digna.
El pilar básico de las Cartas es el
concepto de «consentimiento
informado»: el reconocimiento de
que cuanto se haga con el
enfermo debe realizarse después
de que éste haya prestado su
permiso o asentimiento.
Las Cartas han tenido, a pesar
de que no se aplican en algunos
países con toda su fuerza, un
gran impacto. Es importante
subrayar que el médico tiene
una normativa propia, la que
proviene de los códigos
deontológicos, que le son
obligatorios, pudiéndosele
imponer sanciones en caso de
no cumplimiento