En 1899, el Ministerio de Educación de Francia quiso conocer de la forma más
precisa las capacidades de los alumnos para detectar posibles retrasos.
Para ello encargó a Alfred Binet, entre otros, la
elaboración de pruebas que permitiesen identificar a
los alumnos que necesitarían algún refuerzo especial.
Junto a Théodore Simon, Binet confeccionó una serie de pruebas que consistían
en tareas ordenadas de acuerdo a la edad a la que correspondían (de tres a doce
años). Estas pruebas indicarían la edad mental del niño, que luego se podría
comparar con su edad cronológica.
Estas pruebas se conocen como el "test
de Binet-Simon", e incluían...
Realización de tareas manuales, ejercicios numéricos,
comprensión de frases, memorización de palabras,
dibujar, diferenciar objetos, entre otros.
En 1911, el psicólogo alemán William Stern propuso el cociente intelectual
(CI) como método para puntuar los test de inteligencia de Binet.
El CI es un cociente, esto es, una cifra, que se obtiene dividiendo la edad
mental entre la edad cronológica y multiplicando el resultado por 100.
En 1916, Lewis Terman, de la Universidad de Stanford, revisó y modificó
los test de Binet estableciendo un nuevo test y una nueva escala, que se
conoce como "test de Stanford-Binet".
La quinta clasificación propuesta es...
Teorías sobre la inteligencia
Desde principios del siglo XX se han propuesto distintas teorías
sobre la inteligencia, modelos para describir, ordenar y precisar
las habilidades relacionadas con ella.
El modelo bifactorial de Spearman
Tras observar que los resultados de pruebas distintas realizadas por un
mismo sujeto frecuentemente estaban relacionados, el psicólogo Charles
Spearman dedujo que la inteligencia estaba compuesta por dos factores:
Un factor general (factor G)
Se manifiesta en los resultados de las distintas pruebas. Es,
según Spearman, innato, invariable y se manifiesta en las
distintas habilidades.
Un factor específico (factor S)
Propio de cada una de las distintas habilidades. Es, según
Spearman, adquirido y modificable porque puede desarrollarse.
El modelo multifactorial de Thurstone
En 1938, tras el estudio de los resultados de las pruebas
realizadas a distintos grupos de adultos, el psicólogo Louis
Thurstone propuso un modelo multifactorial.
Este modelo especifica ocho factores primarios
distintos e independientes entre sí:
Más tarde, los dos factores de razonamiento se reunieron en uno solo
(razonamiento) y se excluyeron la rapidez perceptiva y la memoria.
Comprensión verbal: la habilidad para definir y
entender los significados de las palabras.
Fluidez verbal: la rapidez para recordar y
utilizar correctamente las palabras.
Rapidez perceptiva: la capacidad de percibir
semejanzas y diferencias en objetos.
Capacidad espacial: la habilidad para reconocer una
misma figura desde una posición espacial distinta.
Aptitud numérica: la rapidez para
resolver operaciones con números.
Memoria: la capacidad de
recordar contenidos.
Razonamiento deductivo: la capacidad de llegar a conclusiones
correctas a partir de unas premisas generales.
Razonamiento inductivo: la capacidad de llegar a conclusiones
correctas a partir de unas premisas particulares.
Nuevos modelos de inteligencia
En los años ochenta del siglo XX, algunos psicólogos investigaron alternativas
que permitiesen distinguir formas de inteligencia cualitativamente distintas al
enfoque psicométrico de los modelos anteriores.
Howard Gardner y Daniel Goleman son quienes han
propuesto los modelos actuales más influyentes...
Las inteligencias múltiples
Howard Gardner distingue ocho inteligencias distintas y
relativamente autónomas, presentes en todas las personas,
aunque no con la misma intensidad...
Lingüística
Relacionada con leer, escribir, hablar (y escuchar), es
la habilidad en el uso del lenguaje oral o escrito.
Matemática
Es la capacidad de usar los números eficazmente, analizar
problemas lógicamente e investigar problemas científicamente.
Corporal-kinestésica
Relacionada con las destrezas físicas, es la capacidad de
usar el cuerpo para expresar ideas, aprender, resolver
problemas, realizar actividades o crear productos.
Espacial
Es la capacidad de formar e imaginar dibujos en dos y en tres dimensiones,
de comprender, manipular y modificar figuras en el espacio.
Musical
Relacionada con la sensibilidad para el ritmo, las cadencias, el tono
y el timbre, es la facilidad para la composición musical, para la
interpretación y la valoración de la música y los sonidos.
Intrapersonal
Es la capacidad de conocerse a uno mismo, de entender,
explicar y discriminar los sentimientos propios.
Interpersonal
Es la capacidad de percibir las cosas importantes para otras personas acordándose de
sus intereses, sus motivaciones, su perspectiva, su historia personal, sus intenciones, y
muchas veces prediciendo las decisiones, los sentimientos y las acciones de otros.
Naturalista
Es sensibilidad para las formas y las características de la naturaleza (las
plantas, los animales, las nubes, etc.); incluye la habilidad de distinguir y
clasificar los detalles y los elementos del ambiente urbano o rural.
La inteligencia emocional
En 1995 Daniel Goleman publicó "Emotional Intelligence", libro
que popularizó la teoría de la inteligencia emocional (EI).
Fue el libro de Goleman el que definitivamente fijó la idea de una inteligencia
que nos ayuda a conocer las emociones propias y las de los demás, a tener
una actitud empática con otros, a actuar, trabajar o decidir en grupo.
En su última revisión, Goleman ha dividido la inteligencia emocional en
cuatro dominios, subdivididos en dieciocho competencias básicas:
Gestión de las relaciones
Desarrollo de los demás
Catalizar el cambio
Liderazgo
Gestión de conflictos
Establecer vínculos
Trabajo en equipo
Autogestión
Autocontrol emocional
Transparencia
Adaptabilidad
Logro
Iniciativa
Optimismo
Competencia social
Empatía
Servicio
Conciencia de la organización
Conciencia de uno mismo
Conciencia emocional de uno mismo
Valoración adecuada de uno mismo
Confianza en uno mismo
A pesar de que no ha sido posible establecer con rigor un cociente emocional similar
al cociente intelectual, sí hay unanimidad en la importancia cada vez mayor de las
competencias emocionales básicas, especialmente útiles para la vida escolar, las
relaciones laborales y familiares, e incluso para la salud de las personas.
Inteligencia
Etimología
La palabra procede del latín "intelligentia".
Para unos es un término compuesto por "intus" (dentro)
y "legere" (leer o escoger): leer dentro (de uno mismo) o
escoger (la mejor opción) desde dentro.
Para otros procede de "inter" (entre) y "legere" (escoger):
escoger (lo mejor) entre (varias opciones).
Definición
La inteligencia es un término equívoco, en el que ni siquiera los
especialistas se ponen de acuerdo. Pero se puede afirmar que la
inteligencia, sea lo que sea, tiene que ver con las habilidades para...
Razonar y emplear la lógica; plantear y resolver problemas; pensar de manera abstracta; comprender ideas complejas y
el propio entorno; asimilar y elaborar información; y aprender tanto de la teoría como de la experiencia.