es un proceso complejo a través del cual
las células troncales he- matopoyéticas
proliferan y se diferencian, dando
lugar a los distintos tipos de células
madu- ras circulantes (i.e., eritrocitos,
granulocitos, linfo- citos, monocitos y
plaquetas).
se identifican tres fases del proceso: la mesoblástica, la hepática y la
medular, también conocida como mieloide.
Fase mesoblástica se conoce que solo los eritroblastos se desarrollan en dicha zona, y que las células
troncales hematopoyéticas o stem cells surgen en una fuente cercana a la aorta. De esta manera, las
primeras evidencias de hematopoyesis se pueden rastrear hasta el mesénquima del saco vitelino y
del pedículo de fijación. Las células troncales se ubican en la región hepática, aproximadamente a la
quinta semana de gestación. El proceso es transitorio y finaliza entre la sexta y la octava semana de
gestación.
Fase hepática A partir de la cuarta y la quinta semana del proceso de gestación empiezan a aparecer
eritoblastos, granulocitos y monocitos en el tejido hepático del feto en desarrollo. El hígado es el órgano
principal de la hematopoyesis durante la vida del feto, y logra mantener su actividad hasta las primeras
semanas del nacimiento del bebé. En el tercer mes del desarrollo del embrión, el hígado alcanza su punto
máximo en cuanto a la actividad de la eritropoyesis y la granulopoyesis. Al finalizar esta etapa breve,
estas células primitivas desaparecen en su totalidad. En el adulto es posible que la hematopoyesis en el
hígado se active de nuevo, y se habla de hematopoyesis extramedular. Para que ocurra este fenómeno, el
cuerpo tiene que enfrentar ciertas patologías y adversidades, como las anemias hemolíticas congénitas o
los síndromes mieloproliferativos. En estos casos de extrema necesidad, tanto el hígado como el vaso
pueden retomar su función hematopoyética.
ase medular Cercano al quinto mes de desarrollo, los islotes ubicados en las células mesenquimáticas empiezan a
producir células sanguíneas de todos los tipos. La producción medular inicia con la osificación y con el desarrollo
de médula en el interior del hueso. El primer hueso en exhibir actividad hematopoyética medular es la clavícula,
seguido de la rápida osificación del resto de los componentes del esqueleto. Se observa un aumento de la actividad
en la médula ósea, generando una médula roja en extremo hiperplásica. A mediados del sexto mes la médula se
convierte en el sitio principal de la hematopoyesis.