Ningún recurso renovable deberá
utilizarse a un ritmo superior al de su
generación.
Ningún contaminante deberá
producirse a un ritmo superior al
que pueda ser reciclado,
neutralizado o absorbido por el
medio ambiente.
Ningún recurso no
renovable deberá
aprovecharse a mayor
velocidad de la necesaria
para sustituirlo por un
recurso renovable
utilizado de manera
sostenible.