Se enfatiza la importancia de los valores aplicados en
la informática, presentando los delitos más
frecuentes que se presentan en el tercer entorno: el
entorno digital.
La definición más restrictiva de la EI es el considerarla como la
disciplina que analiza problemas éticos que son creados por la
tecnología de los ordenadores o también los que son
transformados o agravados por la misma, es decir, por las
personas que utilizan los avances de las tecnologías de la
información.
Los códigos de ética, tal como se conocen en el mundo de las empresas, son sistemas de reglas
establecidos con el propósito general de guiar el comportamiento de los integrantes de la organización y
de aquellos con los cuales ésta actúa habitualmente: clientes, proveedores y contratistas.
No usarás una
computadora
para dañar a
otros.
No interferirás
con el trabajo
ajeno.
No indagarás en los archivos ajenos.
No utilizarás la
informática para
realizar fraudes.
No copiarás o
utilizarás
software que no
hayas comprado.
No utilizarás los
recursos informáticos
ajenos sin la debida
autorización.
No te apropiarás de los
derechos intelectuales
de otros.
Deberás evaluar las
consecuencias sociales de
cualquier código que
desarrolles.
Siempre utilizarás las
computadoras de manera
de respetar los derechos de
los demás.
El término delitos relacionados con las computadoras se define como cualquier comportamiento
antijurídico, no ético o no autorizado, relacionado con el procesado automático de datos y/o
transmisiones de datos. La amplitud de este concepto es ventajosa, puesto que permite el uso de las
mismas hipótesis de trabajo para toda clase de estudios penales, criminológicos, económicos,
preventivos o legales.
Conclusión: La sociedad deberá prepararse
cada vez más para afrontar esta transición de
la sociedad de la información que se presenta
y cada individuo deberá administrar los
conocimientos e información con juicio recto y
moral.