Los ingenieros están desarrollando sistemas robóticos para ayudar a los
médicos a realizar operaciones en partes del cuerpo poco accesibles
minimizando las incisiones. La increíble flexibilidad de los tentáculos del pulpo ha
inspirado una de las novedades en este campo.
Piense en lo siguiente: El pulpo es capaz de
agarrar, sujetar y apretar objetos gracias a
que sus ocho brazos son flexibles y pueden
alargarse, incluso en espacios muy pequeños.
Este animal no solo puede doblarlos en cualquier dirección, sino que
también puede endurecer diferentes partes de sus tentáculos si
le hace falta.
Actualmente ya se está probando en
simulaciones de procedimientos quirúrgicos un
brazo robótico con esas características. El
brazo, que mide 135 milímetros (5 pulgadas),
tiene una parte que es capaz de levantar y
sujetar órganos internos blandos sin dañarlos,
mientras otra realiza la operación en sí.
Un brazo robótico blando y flexible
sería de inmenso valor en cirugía.