La Independencia de México fue la consecuencia de un
proceso político y social resuelto por la vía de las
armas, que puso fin al dominio español en los
territorios de Nueva España.
La guerra por la independencia mexicana tuvo su
antecedente en la invasión de Francia a España en 1808 y
se extendió desde el Grito de Dolores
El movimiento independentista
mexicano tiene como marco la
Ilustración y las revoluciones liberales
de la última parte del siglo XVIII.
La ocupación francesa de la metrópoli en
1808 desencadenó en Nueva España una
crisis política que desembocó en el
movimiento armado.
En ese año, el rey Carlos IV y
Fernando VII abdicaron
sucesivamente en favor de
Napoleón Bonaparte, que dejó la
corona de España a su hermano
José Bonaparte.
En 1810, los conspiradores de Querétaro
estuvieron a punto de correr la misma suerte
pero, al verse descubiertos, optaron por tomar
las armas el 16 de septiembre en compañía de
los habitantes indígenas y campesinos del
pueblo de Dolores (Guanajuato), convocados
por el cura Miguel Hidalgo y Costilla.