es una actividad multidisciplinar, de carácter científico y técnico, que tiene como
finalidad la protección de las personas y del medio ambiente contra los efectos
nocivos que pueden resultar de la exposición a radiaciones ionizantes.
No se debe permitir ninguna exposición innecesaria. El principio que gobierna
la protección radiológica en caso de exposición se conoce con el nombre de
ALARA (“Tan bajo como sea razonablemente posible“)
Las tres reglas fundamentales de protección contra toda
fuente de radiación son:
DISTANCIA: Alejarse de la fuente de radiación,
puesto que su intensidad disminuye con el
cuadrado de la distancia.
BLINDAJE: Poner pantallas protectoras (blindaje
biológico) entre la fuente radiactiva y las personas
TIEMPO: Disminuir la duración de la
exposición a las radiaciones.
Limites de dosis NOM-156-SSA1-1996:
Límite de dosis anual para el P. O. E. 50MSV
Límite para mujeres embarazadas 15MSV
Límite para el público 5MSV
La mejor práctica consiste en situar el tubo de rayos X por
debajo de la mesa, lo más lejos posible, situarse lo más lejos
posible del tubo de rayos X y del paciente, utilizar un delantal
plomado con equivalencia de plomo de 0.25-0.5 mm, un
protector de tiroides y lentes plomadas. La exposición del
personal y del paciente se reduce además manteniendo los
equipos de rayos X en óptimas condiciones de operación,
utilizando fluoroscopia pulsada, reduciendo al mínimo el
tiempo de fluoroscopia, limitando el número de imágenes
radiográficas, colimando y utilizando la magnificación lo
menos posible. La exposición del personal se puede reducir
además utilizando barreras blindadas (mamparas)
Un delantal plomado atenúa aproximadamente el 95% de la
radiación dispersa que llega a quien lo utiliza. Las cortinillas
correderas, mamparas y las lentes plomadas también reducen la
radiación en más de un 95%.