, también llamados glúcidos, carbohidratos, hidratos de carbono o sacáridos, son elementos
principales en la alimentación, que se encuentran principalmente en azúcares, almidones y fibra. La
función principal de los carbohidratos es el aporte energético. Son una de las sustancias principales
que necesita nuestro organismo, junto a las grasas y las proteínas.
Carbohidratos en los alimentosLos carbohidratos se encuentran en una amplia variedad de alimentos
entre los que se encuentras el pan, alubias, leche, palomitas de maíz, patatas, galletas, fideos,
gaseosas, maíz o pastel de cereza. También vienen en una variedad de formas. Las formas más
comunes y abundantes son los azúcares, fibras y almidones.
Los carbohidratos se encuentran en una amplia variedad de alimentos entre los que se encuentras el
pan, alubias, leche, palomitas de maíz, patatas, galletas, fideos, gaseosas, maíz o pastel de cereza.
También vienen en una variedad de formas. Las formas más comunes y abundantes son los azúcares,
fibras y almidones.
Tipos de carbohidratos Los carbohidratos o hidratos de carbono se agrupan en dos categorías
principales. Los carbohidratos simples incluyen azúcares, tales como el azúcar de la fruta (fructosa), el
azúcar del maíz o el azúcar de uva (dextrosa o glucosa), y el azúcar de mesa (sacarosa). Los carbohidratos
complejos (carbohidratos complejos) incluyen todo lo hecho de tres o más azúcares unidos. Los
carbohidratos complejos se pensaba que eran más saludables para comer, mientras que los
carbohidratos simples no eran tan buenos. Resulta que el panorama es más complicado que eso.
El sistema digestivo maneja todos los carbohidratos de la misma forma: los rompe (o trata de
romperlos) en moléculas de azúcar simples, ya que sólo éstos son lo suficientemente pequeños para
pasar al torrente sanguíneo. También convierte la mayoría de los carbohidratos digestibles en
glucosa (también conocida como azúcar en la sangre), porque las células están diseñadas para utilizar
esto como una fuente de energía universal.
Funciones de los carbohidratos Los glúcidos cumplen un papel muy importante en nuestro
organismo, que incluyen las funciones relacionadas con el tema energético, el ahorro de las
proteínas, la regulación del metabolismo de las grasas y el tema estructural.Energía – Los
carbohidratos aportan 4 kilocalorías (KCal) por gramo de peso neto, sin agua. Una vez repuestas y
cubiertas todas las necesidades de energía del cuerpo, una pequeña parte se almacena en el hígado
y los músculos en forma de glucógeno (normalmente no más de 0,5% del peso de la persona), el
resto se transforma en tejido adiposo y se almacena en el organismo como grasas.Se suele
recomendar que minimamente se efectúe una ingesta diaria de 100 gramos de hidratos de carbono
para mantener los procesos metabólicos. Ahorro de proteínas – Cuando el cuerpo no dispone de
suficientes hidratos de carbono, éste utilizará las proteínas con fines energéticos, consumiéndolas e
impidiéndolas, por tanto, realizar otras funciones de con
fines energéticos, consumiéndolas e impidiéndolas, por tanto, realizar otras funciones de
construcción. Regulación del metabolismo de las grasas – En caso de no cumplir con una ingestión
suficiente de carbohidratos, las grasas se metabolizan como cuerpos cetónicos, que son productos
intermedios que pueden provocar problemas: cetosis – La cetosis es una situación metabólica del
organismo originada por un déficit en el aporte de carbohidratos, lo que induce el catabolismo de las
grasas a fin de obtener energía, generando unos compuestos denominados cuerpos
cetónicos..Estructura – los carbohidratos constituyen una porción pequeña del peso y estructura del
organismo, pero igualmente importante.
La fibra es una excepción. No puede dividirse en moléculas de azúcar, por lo que pasa a través del
cuerpo sin ser digerida. La fibra viene en dos variedades: la fibra soluble se disuelve en agua,
mientras que la fibra insoluble no lo hace. Aunque ninguno de los tipos nutre el cuerpo, es buena
para la salud de muchas maneras. La fibra soluble se une a las grasas en el intestino y las arrastra, lo
que disminuye la lipoproteína de baja densidad (LDL, o colesterol malo). También ayuda a regular
el uso de azúcares del cuerpo, ayudando a mantener a raya el hambre y el azúcar en sangre. La fibra
insoluble ayuda a empujar la comida a través del tracto intestinal, la promoción de la regularidad y
ayudar a prevenir el estreñimiento.