LA PSICOPATOLOGÍA DE LA INFANCIA Y LA
ADOLESCENCIA: CONSIDERACIONES BÁSICAS
PARA SU ESTUDIO
Serafín Lemos Giráldez
Se analizan los trastornos psicológicos de la infancia y adolescencia bajo el marco teórico de la psicopatología del desarrollo, y se
hacen algunas sugerencias para entender la relación entre las grandes dimensiones psicopatológicas y los síndromes clínicos
desde una perspectiva etiológica. Se formulan algunas hipótesis sobre el rol del contexto en la aparición de la psicopatología y,
finalmente, se analiza el riesgo y la vulnerabilidad para algunos trastornos específicos.
EL MARCO TEÓRICO DE LA
PSICOPATOLOGÍA EN LA INFANCIA Y LA
ADOLESCENCIA
En las últimas décadas, numerosos clínicos e investigadores
interesados en el estudio de los trastornos psicoló- gicos de la infancia
y la adolescencia han consolidado el modelo teórico conocido como
psicopatología evolutiva o psicopatología del desarrollo (Cicchetti y
Cohen, 1995a, 1995b; Cicchetti y Rogosch, 2002). En este enfoque de la
psicopatología, tanto la conducta normal como la anormal se
entienden como variaciones dentro de un continuo de rasgos o
características y no como fenó- menos dicotómicos. Achenbach
(1990), por ejemplo, refería que las conductas desviadas, que
normalmente son motivo de búsqueda de ayuda profesional, no son
más que meras variaciones cuantitativas de las características que
pueden ser normales en ciertos períodos del desarrollo
COMORBILIDAD Y DIMENSIONES
DE LA PSICOPATOLOGÍA EN LA
INFANCIA Y ADOLESCENCIA
En los últimos veinte años, se han llevado a cabo diversos
estudios epidemiológicos sobre la psicopatología en niños
y adolescentes en diversos países, con bastante similitud
de resultados (Schwab-Stone y Briggs-Gowan, 1998;
Wittchen, Nelson y Lachner, 1998). Las tasas de
prevalencia globales encontradas se sitúan entre 14-20%
de la población infantil y juvenil, siendo el rango 17- LA
PSICOPATOLOGÍA DE LA INFANCIA Y LA
ADOLESCENCIA: CONSIDERACIONES BÁSICAS PARA SU
ESTUDIO Figura 1 Modelo heurístico jerárquico de las
dimensiones psicopatológicas (Krueger y Piasecki, 2002).
Los síndromes o patrones de conducta relativamente
estrechos (dependencia de sustancias, conducta
antisocial y conducta desinhibida) tienden a covariar o a
presentarse con mayor probabilidad en la misma persona.
LA INFLUENCIA DEL CONTEXTO
AMBIENTAL EN LA PSICOPATOLOGÍA
De acuerdo con las hipótesis hasta aquí formuladas, las grandes dimensiones
psicopatológicas internalizante y externalizante tienen su origen en
predisposiciones biológicas específicas hacia un espectro de trastornos (por ej.,
alteraciones cuyo rasgo principal es la elevación del nivel de ansiedad), pero no
hacia otros (por ej., alteraciones cuya característica central es la desinhibición,
deficiente auto-regulación y un pobre control atencional). Asumiendo la
existencia de predisposición temperamental hacia un determinado espectro
psicopatológico, cabe preguntarse hasta qué punto influye el ambiente en la
configuración de los trastornos psicológicos
El contexto como provocador de trastornos
Como se ha dicho, la investigación ya realizada y la observación clínica permiten concluir que el
impacto del ambiente en la aparición de la psicopatología en la infancia y la adolescencia es muy
poco específico. Parece, en cambio, más evidente que los trastornos psicológicos, tanto en su forma
como en su gravedad, vienen determinados por mecanismos de vulnerabilidad temperamental de
naturaleza endógena y probablemente biológica. En efecto, todo parece confirmar que idénticos
factores contextuales pueden producir alteraciones diferentes porque las personas son
temperamental o biológicamente distintas. Por ejemplo, el análisis de las diferencias inter-sexuales
observadas en la psicopatología infantil y adulta demuestra que las mujeres son más propensas a
manifestar trastornos internalizantes y los varones lo son a trastornos externalizantes. Idénticas
diferencias se observan en los rasgos de la personalidad relacionados con estos trastornos, ya que
las mujeres puntúan más alto en escala
El contexto como modulador de trastornos
En contraposición a la hipótesis de que el ambiente desempeña un supuesto rol específico en el
origen de la psicopatología, parece más ajustado a observaciones sistemáticas la especificidad del
contexto ambiental en la evolución de los trastornos psicológicos. La observación clínica es más
acorde con la hipótesis de que ambientes específicos mantienen, aumentan o disminuyen la
psicopatología; pero una vez que se han expresado determinados comportamientos, diagnósticos o
patrones de síntomas. Sin entrar a juzgar pretendidos mecanismos psicofisiológicos o de
aprendizaje que puedan estar implicados en esta función moduladora, parece probable que la
evolución o el curso clínico de los trastornos psicológicos específicos viene determinada por
procesos de reforzamiento o de oportunidad para su expresión contextual; de modo que la
repetición de determinados patrones de conducta o de síntomas permite su consolidación posterior.
FINALMENTE ESTOS TRES FACTORES
no presupone, necesariamente, que en el origen de los trastornos psicológicos opera siempre un
determinismo temprano. Quienes así piensan sostienen que, durante el desarrollo, nada del pasado
se pierde y que el presente viene dirigido por el pasado profundo y, en consecuencia, buscan
explicaciones históricas en el origen de la psicopatología y restan importancia a otras fuerzas más
recientes. Contrariamente, parece más sensato pensar que la confluencia de los factores que dan
lugar a un trastorno psicológico puede producirse en cualquier momento del proceso evolutivo y,
con mayor probabilidad, en fases próximas a la aparición de los primeros síntomas. Como
metafóricamente afirmaban Kagan y Zentner (1996), a este respecto, “aunque las lluvias de la
primavera son inevitablemente el resultado de fuerzas que operan sobre eones anteriores, la lluvia
de hoy responde a circunstancias creadas hace sólo 48 horas”.
EL RIESGO Y LA VULNERABILIDAD
Desde el punto de vista conceptual, y en consonancia con este planteamiento de la psicopatología,
existe un creciente consenso respecto a que mientras el concepto de riesgo se refiere a un amplio
conjunto de factores ambientales que están relacionados con el aumento de la probabilidad de que
se exprese un trastorno, la vulnerabilidad se refiere a las características endógenas del individuo,
que actúan como mecanismos causales en la aparición del trastorno.