La enseñanza y el aprendizaje del
tiempo historico en la educación
primaria
El tiempo es un concepto muy complejo y sólo se entiende a partir de un
análisis amplio y transdisciplinario. Cuando se enseña la historia a los niños se
debe considerar esa complejidad remitiéndonos, por lo tanto, a nuevas
representaciones del tiempo histórico.
Tiempo histórico
El aprendizaje del tiempo histórico puede ayudar a
estructurar el conocimiento sobre la historia si se
realiza teniendo en cuenta consideraciones como:
La escuela debe superar la enseñanza
de una historia de museo, que
representa el tiempo histórico como
una acumulación de datos y flechas.
El aprendizaje del tiempo histórico debe
basarse en relaciones entre pasado,
presente y futuro, a nivel personal y social.
La enseñanza de la historia ha de partir del tiempo
presente y de los problemas del alumnado, para
poder formar en valores democráticos
Se deben cuestionar las categorías
temporales que se presentan como
categorías naturales, cuando son
construcciones sociales.
No sólo debemos enseñar
una determinada
periodización, sino que
también debemos enseñar
a periodizar.
La cronología debe enseñarse
relacionada con una serie de
conceptos temporales básicos,
como el cambio, la duración, la
sucesión, los ritmos temporales o
las cualidades del tiempo histórico.
El pensamiento temporal está
formado por una red de relaciones
conceptuales, donde se sitúan los
hechos personales o históricos de
manera más o menos estructurada.
Los conceptos temporales actúan
como organizadores cognitivos,
tanto en los acontecimientos de la
vida cotidiana como en el proceso de
comprensión de la historia.
Enseñanza de la historia
Cuando se pretende que el alumnado desarrolle
su pensamiento sobre el tiempo, las fuentes
históricas se convierten en elementos centrales
del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Ayudan a superar la estructura
organizativa de los libros de texto a
partir de actividades sobre la historia
familiar y local y de procedimientos
para relacionar pasado y presente.
Permiten conocer la historia
más próxima y establecer
generalizaciones y relaciones
con otras realidades y con otras
temporalidades.
Generan un conocimiento histórico
concebido como un conocimiento
discutible, producido en el tiempo.
Presentan aspectos de la vida
de las personas más allá de
los acontecimientos bélicos o
políticos, y favorecen la
comprensión de los cambios
en la vida.
Facilitan que el alumnado
entre con mayor rapidez
dentro del contenido
problemático de la
disciplina.
Ponen en juego el concepto de
objetividad frente al manual o al
texto historiográfico, y ayudan a
comprender como se construye
la historia y el tiempo histórico.
Facilitan el
protagonismo del
estudiante en su propia
reconstrucción de la
historia.
Didáctica de la historia
El proceso de trabajo implica la búsqueda de
información, la representación esquemática y la
síntesis de ideas, la exposición en grupo y la
reconstrucción de los conocimientos adquiridos, a
partir de la lectura de la imagen y de la comprensión
de las aportaciones del resto del alumnado.