El liderazgo es una práctica, no un cargo. Liderazgo es la actividad de movilizar e influir en otros para
desarrollar comprensiones compartidas acerca de las metas que ha de alcanzar la escuela también
es algo que se ha de construir, pues ejercer una influencia para trabajar en torno a un proyecto
compartido.
Tres dimensiones en la comprensión y práctica
del liderazgo educativo:
Liderazgo como práctica
compartida o distribuida
Interacciones colectivas entre los
miembros de la escuela que tienen
responsabilidades de liderazgo.
Las experiencias indican que compartir el
liderazgo en el seno de la escuela es un factor
que favorece el aprendizaje del alumnado.
Una práctica compartida o distribuida.
El liderazgo pedagógico se centra en
la mejora de los aprendizajes.
Una escuela entendida como una
comunidad profesional de aprendizaje.
Un liderazgo para el aprendizaje
Los directores y las directoras mejoran el aprendizaje del alumnado
en gran medida motivando al profesorado y fomentando el sentido
de «comunidad profesional», ayudando y guiando a los docentes
entre sí para mejorar su enseñanza.
Una dirección escolar con capacidad de liderazgo, que ha construido una
comunidad de líderes, «marca una diferencia», puesto que hay una conexión
crítica entre liderazgo y mejora de aprendizajes (Bolívar, 2011)
Un liderazgo en una
organización que
aprende
El liderazgo contribuye a incrementar el aprendizaje de
los alumnos y las alumnas indirectamente, a través de
su influencia en el profesorado o en otros aspectos de la
organización.
El programa de la OCDE "Mejorar el liderazgo escolar"
considera necesarias cuatro grandes líneas de acción:
Responsabilidades que deben
tener los equipos directivos
Distribuir el
liderazgo escolar.
Capacitar con las competencias
necesarias a los directivos para
un liderazgo eficaz.