Impedir los comportamientos resistentes
de las familias a los ingresos impuestos en
nombre de la necesaria socialización de los
adolescentes.
Conjurar las líneas de fuga que
suponen la irresponsabilidad de los
padres respecto a los hijos de corta
edad, en nombre de la necesidad de
una educación familiar.
Poner a punto un nuevo sistema
de utilización de la familia
mediante las prácticas de
normalización