está conformada por la unión de tres partes
claramente diferenciadas: el vocablo thermos
que viene a definirse como “caliente”, el
sustantivo dinamos que es equivalente a
“fuerza” o a “poder”, y el sufijo –ico que puede
determinarse que significa “relativo a”.
Se identifica con el nombre de
termodinámica a la rama de la física
que hace foco en el estudio de los
vínculos existentes entre el calor y las
demás variedades de energía. Analiza,
por lo tanto, los efectos que poseen a
nivel macroscópico las modificaciones
de temperatura, presión, densidad,
masa y volumen en cada sistema.
primera ley de la termodinámica
se conoce como el principio de
conservación de la energía, señala
que, si un sistema hace un
intercambio de calor con otro, su
propia energía interna se
transformará. El calor, en este
sentido, constituye la energía que un
sistema tiene que permutar si
necesita compensar los contrastes
surgidos al comparar el esfuerzo y la
energía interior.
segunda ley de la termodinámica
supone distintas restricciones para las
transferencias de energía que, en hipótesis, podrían
llevarse a cabo si se tiene en cuenta la primera ley.
El segundo principio sirve como regulador de la
dirección en la que se llevan a cabo los procesos
termodinámicos e impone la imposibilidad de que
se desarrollen en sentido opuesto. Cabe destacar
que esta segunda ley se respalda en la entropía, una
magnitud física encargada de medir la cantidad
energía inservible para generar trabajo.
tercera ley contemplada por la termodinámica
destaca que no es posible
lograr una marca térmica que
llegue al cero absoluto a
través de una cantidad finita
de procedimientos físicos.
En su luna de miel, James Joule puso a
prueba la conversión de energía mecánica
en energía interna al medir temperaturas
de cascadas de agua. Si el agua en lo alto
de una cascada suiza tenía una
temperatura de 10.0°C y después caía 50.0
m, ¿qué temperatura máxima en el fondo
podría esperar Joule? No tuvo éxito para
medir el cambio de temperatura, en parte
porque la evaporación enfriaba el agua
que caía y también porque su termómetro
no era suficientemente sensible.