Gran parte de la obra aristotélica se ha perdido.
Muchos de sus libros fueron a parar a la ciudad de
Roma y Andrónico de Rodas, los ordenó y los
difundió con el nombre de Corpus aristotelicum.
La filosofía de Aristóteles era conocida por las
primeras obras, escritos durante aquellos veinte
años de la Academia. El trabajo de Andrónico
cambió la situación y, desde entonces, toda su obra
conservada fue objeto de estudio minucioso.
Se conservan algunos fragmentos de sus escritos
de juventud, pero la totalidad de las obras de
Aristóteles hoy conservadas pertenece a los años
del Liceo. Se trata de escritos esotéricos (escritos
difíciles solo asequibles para los iniciados).
Es frecuente presentar las obras aristotélicas
agrupadas en tres bloques: los escritos de
divulgación o escritos exotéricos (diálogos de
carácter divulgativo para el gran público) ,los
tratados científicos y filosóficos, y las
recopilaciones de materiales.
ESCRITOS DE
DIVULGACIÓN
Son obras que estaban escritas en forma de diálogo,
bien cuidadas literariamente y tenían una influencia
platónica. Caben citar: Eudemo, Sobre las Ideas y
Sobre la filosofía.
RECOPILACIONES DE
MATERIALES
Encontramos trabajos como las
Constituciones de los Estados griegos,
Lista de los vencedores en los Juegos
Píticos, Disecciones…
TRATADOS CIENTÍFICOS
Y FILOSÓFICOS (Corpus
aristotelicum).
Se trata de otras de investigación, sobre
distintos temas, que podemos agrupar
según sus contenidos o campo de estudio.
Los escritos aristotélicos tienen la forma de tratados
sistemáticos, en los que se van proponiendo, analizando y
solucionando las cuestiones de un modo más o menos
ordenado. Aristóteles creó nuevas ciencias como la lógica
o la biología.
Los temas aristotélicos son estudios sobre los seres del
mundo material y todo lo que lo caracteriza. En especial,
estudia a los seres vivos (animales). Podríamos decir el
rasgo principal de los escritos aristotélicos es la defensa
acérrima del sentido común.