Dos de las celebraciones más importantes de México se realizan en el
mes de noviembre. Según el calendario católico, el día primero está
dedicado a Todos los Santos y el día dos a los Fieles Difuntos. En estas
dos fechas se llevan a cabo los rituales para rendir culto a los
antepasados
A lo largo de todo México se colocan vistosos y coloridos
altares. Por la noche, los panteones adquieren un
semblante aún más solemne que de costumbre ya que
son visitados por cientos de personas que, juntas,
alumbradas por cientos de velas, elevan sus plegarías
hacia sus seres queridos en una atmósfera de tintes
amarillos.
En algunas ciudades se organizan festivales y certámenes
culturales y artísticos: dibujo, fotografías o elaboración del
mejor pan de muertos.
En México se percibe a la muerte de una manera muy
peculiar. Los mexicanos utilizan la sátira para burlarse de
ella. Ejemplo de ello es la popular “Catrina”: una calavera
vestida con diferentes atuendos como muestra de la
presencia de la muerte en todo lo cotidiano.
En la celebración del Día de Muertos las calaveritas de dulce no son
las únicas protagonistas. La cultura popular mexicana encuentra
diversos medios de expresión para mostrar su sentir por esta
tradición.
Entre las más populares se encuentran las famosas calaveras literarias; se
trata de versos rimados que ironizan situaciones de personajes populares e
impopulares usando el tema de la muerte con una intención humorística.
Carolina estaba sentada en el salón cuando de repente se durmio, pues la clase de
Tecnologías le aburrío, sola se quedo pues la clase acabo y por ojetes nadie le aviso. La
catrina entro y la desperto y por floja se la llevo.