EL CENTRO DE LAS REDES DEL COMERCIO EN NUEVA ESPAÑA ERA LA CIUDAD DE
MÉXICO. DESDE ESTE PUNTO LAS MERCANCÍAS ERAN DISTRIBUIDAS EN CUATRO
DIFERENTES DIRRECCIÓNES: HACIA LOS PUERTOS DE ACAPULCO O VERACRUZ,
HACIA GUATEMALA Y HACIA EL NORTE A TRAVEZ DE UNA RUTA QUE CONECTABA A
LA CIUDAD DE MÉXICO CON EL BAJIO Y DURANGO HASTA LLEGAR A NUEVO MÉXICO
LAS POBLACIONES CERCANAS A ESTAS RUTAS DE
COMERCIO CONSTRUYERON CAMINOS PARA TRENER
ACCESO A LAS MERCANCIAS QUE SE TRAIAN DE
OTRAS REGIONES DE NUEVA ESPAÑA, ASIA O
EUROPA, PERO TAMBIEN PARA PODER VENDER O
INTERCAMBIAR LOS PRODUCTOS LOCALES,
PARTICULARMENTE LOS PERECEDEROS COMO EL
TRIGO, LA CAÑA DE AZUCAR, EL CACAO O LA GRANA
COCHINILLA.
EL TRANSPORTE DE LAS MERCANCIAS ESRA COMPLICADO
DEBIDO A LO EXTENSO DEL TERRITORIO NOVOHISPANO, LOS
COSTOS O A LA PERDIDA DE LOS PRODUCTOS
AGROPECUARIOS A CAUSA DE LA DESCOMPOSICIÓN. TODO
ELLO HACIA DISMINUIR CONSIDERABLEMENTE LAS GANANCIAS,
POR LO QUE MUCHOS DE ESTOS PRODUCTOS ERAN
INTERCAMBIADOS EN OPERACIONES DE COMPRAVENTA LOCAL.
POR EL CONTRARIO, LOS ARTÍCULOS IMPERECEDEROS COMO TELAS,
PIELES, CERÁMICAS, ASÍ COMO EL ORO Y LA PLATA REPRESENTABAN
UNA VERDADERA GANANCIA, YA QUE ESTOS PRODUCTOS PODÍAN
SER DISTRIBUIDOS POR TODA NUEVA ESPAÑA Y SER EXPLOTADOS
A OTRAS PARTES DEL MUNDO. POR ELLO EL CRECIMIENTO DE LA
ECONOMÍA NOVOHISPANA A LO LARGO DEL SIGLO XVIII SE DEBIÓ A LA
CONSOLIDACIÓN DE LAS REDES DE COMERCIO Y AL AUGE DE LA
INDUSTRIA Y LA MINERÍA, Y A PESAR DE LAS RIQUEZAS NO ERAN
DISTRIBUIDAS EQUITATIVAMENTE, LA ESTABILIDAD ECONÓMICA
PERMITIÓ EN MUCHOS CASOS EL CONSUMO DE PRODUCTOS DE
IMPORTACIÓN O LUJO Y GARANTIZÓ LA SUBSISTENCIA DE LA
POBLACIÓN MENOS FAVORECIDA.