La aplicación de una batería de pruebas
neuropsicológicas que buscan evaluar las diferentes
funciones cognitivas (atención, memoria, lenguaje,
praxias, pensamiento, capacidad de toma de decisiones,
etc.) y el estado emocional de las personas.
OBJETIVOS
Contribución a la descripción y
conocimiento del estado
cognitivo de un sujeto concreto,
determinando la existencia o nó
de deterioro mental.
Contribución a la caracterización del
perfil cognitivo, diferenciando
capacidades neuropsicológicas afectadas
y preservadas.
Contribución a la determinación de
la intensidad o de la fase evolutiva
del deterioro cognitivo.
Contribución al diagnóstico
sindrómico y etiológico del
deterioro.
¿PARA QUÉ SIRVE?
Para la detección de alteraciones cognitivas puntuales y
deterioro de las funciones cognitivas cuando existe sospecha
de una pérdida de las capacidades mentales habituales de las
personas.
Para determinar el grado de
severidad de los déficit ya
existentes y diagnosticados
Para realizar diagnósticos
diferenciales entre cuadros
cognitivos y/o anímicos
(demencia o depresión).
Para seguimiento
evolutivo del cuadro
cognitivo
ELECCIÓN DE MÉTODOS y TÉCNICAS
Objetivos del evaluador
Tiempo disponible
La sospecha
diagnóstica o entidad
clínica a estudio
El estado del paciente.
Test o pruebas disponibles
Preferencia y/o familiaridad
del evaluador con los mismos