En las pasada década acerca del funcionamiento del cerebro humano como base
material de los procesos de conocimiento aumentó en una forma extraordinaria. Recientemente eran, casi exclusivamente, los profesionales de la salud, en especial neurólogos,
neuropsiquiatras, neurocirujanos, los que se beneficiaban de esta explosión de conocimiento. En
otras palabras el estudio del cerebro se ha concebido como provechoso clínicamente pero no
educacionalmente. Esta situación comenzó a cambiar dramáticamente en este último cuarto de siglo, se dieron a la tarea de investigar el pensamiento como base del aprendizaje
y a educarlo a través de la enseñanza. De aquí que
abordar reflexiva y críticamente el tema de “cerebro, cognición y educación” implique diversas
dimensiones de análisis; a saber, fundamento científico o experimental de las propuestas, claridad y
coherencia de sus enunciados, contexto histórico-social del que surgen, intereses y valores que los orientan y que benefician, alternativas de propuestas y pro y contra de las mismas.
El cerebro es el órgano físico, la base corpórea
de nuestro funcionamiento mental. Para que
pueda haber procesos cognoscitivos y por ende
aprendizaje el cerebro tiene que estar
funcionando adecuadamente a tres niveles :
Maduración y desarrollo
Salud y equilibrio mental
Estado de funconamieinto optimo
El problema hermeneútico o interpretativo
Nos acercamos al tema “cerebro y educación” en el supuesto
de que se trata de iniciar un dialogo entre educadores, es
decir personas que se dedican a la actividad de enseñar, al
acto pedagógico, en sus múltiples escenarios y niveles.
acto pedagógico, la
actividad consciente y
deliberada
enseñar es tanto un
proceso cognoscitivo de
estrategia, como uno
afectivo de cuidado.
Ser maestro es vivir
preocupado y ocupado
cuidando de los estudiantes.
La agenda de nuestro encuentro
Aunque nuestro principal interés es explorar la
relación entre cerebro y educación, es decir ,
cómo nuestro enriquecido y ampliado
conocimiento del cerebro humano puede
ayudarnos a entender la naturaleza del
aprendizaje y con ello la posibilidad de construir
prácticas de enseñanza más efectivas,
El cerebro no nace, se hace
La arquitectura del cerebro
es la base de todos nuestros
desarrollos mentales,
intelectuales y emocionales.
La plasticidad es una de
las características
sobresalientes del
cerebro humano.
El cerebro cambia fisiológicamente como
resultado de la experiencia, posee al
momento del nacimiento todas las
células que poseerá el resto de la vida. El
cerebro se convierte en base material del
aprendizaje gracias a esta plasticidad. La
experiencia o la falta de ella, cambia
físicamente la estructura del cerebro.
La multiplicidad y complejidad de
conexiones neuronales es la base
del funcionamiento intelectual y
emocional.
Este proceso, la creación de una masa de
conexiones neuronales que resultan de la
estimulación del ambiente es la base
física de todo el aprendizaje y desarrollo
de funciones intelectuales y emocionales.
En el desarrollo del cerebro hay
periodos que son cruciales para el
desarrollo de ciertas funciones.
Especialmente durante los primeros tres
años de vida que se establecen las bases
del pensamiento, el lenguaje, la visión, las
actitudes, las aptitudes y otras
características. el cerebro necesita tanto
de alimento proveniente de los nutrientes
como de la estimulación del ambiente.
Lo que el cerebro puede
hacer depende de que se le
utilice y cómo se le utilice.
El cerebro continua configurándose
a lo largo de la vida dependiendo del
uso que hagamos del mismo. Las
rutinas limitan su crecimiento
Emociones y pensamiento
Jean Piaget, señalaba en una ocasión
que lo intelectual y lo afectivo son dos
aspectos de un mismo proceso y que
no se aprende nada sin emociones.
En las pasada década acerca del funcionamiento del cerebro humano como base material de
los procesos de conocimiento aumentó en una forma extraordinaria. Recientemente eran,
casi exclusivamente, los profesionales de la salud, en especial neurólogos, neuropsiquiatras,
neurocirujanos, los que se beneficiaban de esta explosión de conocimiento. En otras palabras
el estudio del cerebro se ha concebido como provechoso clínicamente pero no
educacionalmente. Esta situación comenzó a cambiar dramáticamente en este último cuarto
de siglo, se dieron a la tarea de investigar el pensamiento como base del aprendizaje y a
educarlo a través de la enseñanza. De aquí que abordar reflexiva y críticamente el tema de
“cerebro, cognición y educación” implique diversas dimensiones de análisis; a saber,
fundamento científico o experimental de las propuestas, claridad y coherencia de sus
enunciados, contexto histórico-social del que surgen, intereses y valores que los orientan y
que benefician, alternativas
REFERENCIAS 1. Villarini, J. A. (s.f.). Una aproximación critica al tema cerebro y
educación. Puerto Rico: Universidad de Puerto Rico. (PDF) 2. Ali, M.; Motta, I. &
Risueño, A. (s.f.). Procesos neuropsicológicos implicados en el aprendizaje a la luz
del MPC. Argentina: Universidad Argentina JF Kennedy. (PDF)