La política matrimonial de los Reyes Católicos, consistente en casar a sus hijos con los de otros monarcas europeos, fue la que aplicaban comúnmente los gobernantes de finales de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna. En su caso se orientaron principalmente a la alianza con Portugal y a la creación de una coalición contra Francia.
Los casamientos de los hijos de los Reyes Católicos fueron los siguientes:
Isabel de Aragón, casada con el infante Alfonso de Portugal, y después con Manuel I de Portugal, primo de su primer esposo. Este matrimonio los vinculó con el Reino de Portugal.
Juan de Aragón, casado con Margarita de Austria, hija del archiduque Maximiliano de Austria (luego Maximiliano I de Habsburgo), del Sacro Imperio Romano Germánico y de María de Borgoña, duquesa de Borgoña. Juan murió prematuramente en 1497. Este matrimonio los emparentó al Sacro Imperio Romano Germánico y al Ducado de Borgoña.
Juana, apodada la Loca, se casó con Felipe de Austria, apodado Felipe el Hermoso, hijo del emperador Maximiliano I de Habsburgo de Austria. Este enlace los emparentó nuevamente con el Sacro Imperio Romano Germánico.
María de Aragón, casada con Manuel I de Portugal, su cuñado, al morir su hermana Isabel.Catalina de Aragón, se casó con el príncipe heredero de la Corona de Inglaterra, Arturo Tudor, quien fue el hijo mayor de Enrique VII de Inglaterra, y tras la prematura muerte de éste, con su hermano menor, el nuevo rey Enrique VIII de Inglaterra. Estos matrimonios los entroncaron con el Reino de Inglaterra.